La mujer ha mantenido a lo largo de la historia una serie de luchas y reclamaciones de derechos y, en la actualidad, el 8 de marzo se ha convertido no solo en un día de lucha y reivindicación, sino en una conmemoración a todas las mujeres luchadoras de nuestra Historia. Desde las mujeres espartanas que vestían túnicas con una raja en la falda por la que se las veían las piernas para poder correr hasta las primeras mujeres científicas, pintoras, escritoras o artistas, que pudieron firmar con su nombre femenino sin tener que ocultarse tras un pseudónimo masculino; todas ellas representaron la lucha femenina a lo largo de la Historia.
El día 8 de marzo se estableció como Día Internacional de la Mujer en 1975 por las Naciones Unidas, coincidiendo con que ese año fue el Año Internacional de la Mujer. Sin embargo, la elección de esta fecha tiene una razón histórica.
La teoría más asentada es que este día tiene su origen en el 8 de marzo de 1857, fecha en la que trabajadoras de la industria textil en Estados Unidos, concretamente la ciudad de Nueva York, salieron a manifestarse a la calle para reivindicar un mejor trato en el ámbito laboral, como protesta contra las malísimas condiciones laborales y el horario tan largo de trabajo. Sin embargo, esta protesta fue sofocada por la policía, que arrestó a varias de estas manifestantes. Esta fecha se establece como un hito en la historia de la lucha de las mujeres.
Sin embargo, hay historiadores que afirman que este hecho no fue así, incluso algunos niegan que esta manifestación llegara a celebrarse, sino que los Estados Unidos de América difundieron esta historia para que la lucha de la mujer no se pudiera vincular con el bolchevismo. Esto es así ya que se conoce que, durante la revolución bolchevique en Rusia, a principios del siglo XX, concretamente el 8 de marzo de 1917, en el que las trabajadoras de la industria textil junto con las amas de casa salieron a la calle para manifestarse contra el régimen de los zares, y el hambre que la guerra había traído a su tierra. Esta manifestación, según algunos autores, tuvo gran importancia en los inicios del movimiento bolchevique.
Por otro lado, el 28 de febrero de 1909 se bautizó como Día de la Mujer en un acto convocado por mujeres socialistas influyentes en Estados Unidos, en las ciudades de Nueva York y Chicago. Posteriormente, en 1911 se acordó celebrar el Día de la Mujer en el mes de marzo, aun sin concretar el día, protestando contra la ausencia de derechos de la mujer. Entre estas protestas se encontraba la discriminación en el ámbito laboral de la mujer, así como su reivindicación para poder ejercer su derecho al voto o a ser representada en la esfera pública.
Asimismo, en la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910 se propuso establecer una fecha para el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, pero al no llegarse a ningún acuerdo, se estableció el 8 de marzo como fecha simbólica para las sufragistas y feministas europeas y de Norteamérica.
También es importante destacar la fecha del 25 de marzo de 1911 que, aun no siendo 8 de marzo, supuso un impulso a la lucha femenina. Ese 25 de marzo, la fábrica Triangle Shirtwaist se incendió, causando la muerte de más de 100 mujeres trabajadoras, la mayoría inmigrantes muy jóvenes; aún así, pese a la importancia de esta fecha, no se puede considerar como un antecedente al 8 de marzo como Día de la Mujer.
Pese a esto, y pese a que todos estos movimientos y estas mujeres marcaron un antes y un después en la lucha por la igualdad, existen multitud de luchas invisibles y tantas luchas aún por escribir. Y aunque no exista un consenso sobre qué fecha es más representativa, el significado del 8 de marzo permanece en la actualidad como día de lucha y de reivindicación por los derechos y la igualdad de la mujer.