La pluma frente al fusil, la palabra frente a la guerra
Reunión de hombres y mujeres pertenecientes a la generación del 27 

“Innúmeras son ya las vidas truncas.

Cadáveres sepultos no se sabe

dónde: no hay cementerios de vencidos.

Gente medio enterrada en sus prisiones.

Algunos huyen, otros se destierran

para no perecer de propia cólera”.

Jorge Guillén, Y otros poemas (1973)

El 16 de julio de 1936 Franco dio el golpe de Estado que acabaría con el gobierno republicano y, por tanto, con la democracia y libertad en España. Cuando se gestó la Segunda República, España contaba con poetas que por su fuerza creadora habían generado un periodo literario semejante al Siglo de Oro que algunos estudiosos han calificado como Siglo de Plata.

El comienzo de la guerra llevó a muchos de esos artistas a comprometerse con la causa republicana creando revistas y publicaciones como Hora de España y El Mono Azul, dirigida por Rafael Alberti, donde escribían la mayoría de poetas de la generación del 27. Así se expresaba Santiago Ontañón, miembro de esta generación, en El Mono Azul: “No tenemos otra obligación que gritar, gritar hasta enronquecer, para que nos oigan en el último rincón del mundo. Como sea, con la pluma, con el pincel, con el lápiz, con la palabra, pero gritar tan fuerte que nuestro eco quede vibrando en el aire eternamente. Esta es nuestra misión”.

Muchos intelectuales extranjeros, como Orwell o Hemingway, sintieron de igual manera la obligación de transmitir al mundo las barbarie que se vivía en España. Max Aub afirmó en el periódico La Vanguardia (1938) que “ninguna guerra ha visto agruparse alrededor del ofendido un número semejante de escritores de todos los países como esta nuestra de hoy”. Surgió así una importante literatura entre el estruendo de las bombas, el ruido de los fusiles y la muerte de tantos miles de personas.

El compromiso y la solidaridad con la España republicana les sirvió para que, tras la victoria franquista, se vieran condenados al exilio para evitar la cárcel o la muerte. “Nosotros desarraigados, exiliados, apátridas: ¡Somos la prueba tangible de aquella tierra de España insumisa!”. En clave poética se refiere de esta manera el escritor Emilio Valls sobre la problemática del exilio, de todo exilio que implica abandono voluntario o involuntario, pero en cualquier caso forzado, del país de origen.

Una vez traspasada la frontera, el sentimiento de identidad se trunca porque las raíces se deben dejar atrás, ya no hay firmeza ni seguridad porque el exilio lleva consigo desplazamiento, desarraigo. Para Manuel Vázquez Montalbán, el siglo XX supuso el siglo del “desorden de las identidades humanas”. La palabra poética del exilio español de 1939 tuvo particular prolongación o crecimiento en distintas patrias de acogida; pero, sobre todo, en el gran lugar de la hospitalidad, en la tierra de México.

Esa pérdida de la identidad individual quedó perfectamente plasmada en las obras de los artistas que, para salvar su vida, se vieron abocados al exilio. Un miembro de la generación del 27 exiliado en México, Paulino Masip, escribió:

“España ya no  está en un solo lugar, está en dos. Allí y aquí, y el último adverbio tiene una significación muy dilatada. Aquí quiere decir cualquier punto del planeta en donde haya un español republicano. ¿Qué es lo que ha quedado allá? ¿Qué es lo que ha venido con nosotros? Allí quedó el cuerpo físico de España; nosotros nos trajimos su alma, su espíritu.”

En 1939 los poetas se fueron de España y se llevaron con ellos la voz de tantos miles de hombres y mujeres que, en su exilio interior, se quedaron mudos. Ellos, los intelectuales, huyeron. Por su parte España, se quedó sin libertad y huérfana de poesía.

“Hay dos Españas”

Hay dos Españas: la del soldado y la del poeta. La de la espada fratricida y la de la canción vagabunda. Hay dos Españas y una sola canción. Y esta es la canción del poeta vagabundo:

Soldado, tuya es la hacienda,

la casa,

el caballo

y la pistola.

Mía es la voz antigua de la tierra.

Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo…

Mas yo te dejo mudo… ¡mudo!

Y ¿cómo vas a recoger el trigo

y a alimentar el fuego

si yo me llevo la canción?

León Felipe

-FUENTES: 

https://circulodepoesia.com/2009/08/espana-aparta-de-mi-este-caliz-poetas-del-exilio-espanol/  

https://elpais.com/cultura/2017/06/13/actualidad/1497374517_678085.html

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-literatura-y-la-cultura-del-exilio-republicano-espanol-de-1939-ii-coloquio-internacional-actas--0/html/ff70ec60-82b1-11df-acc7-002185ce6064_79.html 

https://trianarts.com/leon-felipe-hay-dos-espanas/#sthash.sPqSKxvq.dpbs 

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