Benín: la gran ciudad que los británicos destruyeron
Boceto de la antigua ciudad de Benín. Fuente: historiadeafrica.com

La antigua ciudad de Benín se situaba dentro de la selva, cerca del río Níger. Entre la actual Benín y Nigeria. Fue una ciudad de gran esplendor. Podemos comprobarlo con las obras de arte que se realizaron en la ciudad durante estos siglos. Pero primero, debemos hablar de su origen para entender cómo una ciudad de tal calibre pudo colapsar. 

El nombre original de la ciudad de Benín era Igodomigodo, en honor a Igodo, fundador de la dinastía Ogiso. El imperio de Benín comenzó en el siglo XII. Este reino estaba en pugna con el reino vecino, Ife. Pero dado un momento, un Ogiso mandó emisarios al rey de Ife, Oduduwa (padre de los yoruba), para pedirle uno de sus hijos para que gobernara ambos territorios.

El hijo que uniría ambos reinos sería Oranmiyan. Pero el reinado fue complicado y al final se rindió en su afán por unir los pueblos. Así que Oranmiyan dejó a su hijo Eweka en Benín para educarse allí y poder reinar la ciudad. Con el reinado de Eweka comenzaba la dinastía de los Oba. El hijo de Eweka, Oba Ewedo, cambió el nombre de Igodomigo a Ubini. Y la transformación del nombre de Ubini en Benín la realizarían los portugueses cuando llegan a esta zona en 1480.

A partir de la dinastía de los Oba, la jerarquía social del Imperio de Benín empezó a tomar forma. Surgió una élite política a parte del rey y su familia, a los que se denominaría Uzama. Pero había otro tipo de élites o jefes: los jefes de la administración palacial o los jefes de la administración de la ciudad. Por debajo de ellos se encontraban los funcionarios y los artesanos.

Entre finales del siglo XIII y el siglo XV, el imperio de Benín creció debido a las guerras expansionistas. Benín tenía un ejército entrenado y disciplinado y el rey era la autoridad militar suprema. El mando del ejército por parte del Oba es obra de Ewuare I, que reorganizó las estructuras políticas y le permitió hacerse con el poder militar después de que varios políticos de élite intentaran ser más poderosos que el Oba.

Los portugueses dejaron escrito todo lo que vieron al llegar a la ciudad de Benín y a partir de sus descripciones podemos elaborar una idea de lo que fue Benín. La ciudad parecía tener una gran muralla que, según el Libro Guinness de los Récords, era la segunda estructura artificial más grande del mundo después de la Muralla China. Con nueve metros de altura y 10.000 km de largo, estaban rodeadas por un foso. El plano urbano era descrito como caótico, pero el matemático americano Ron Eglash descubrió que la arquitectura de la ciudad repetía los mismos patrones simétricos. El palacio real era la residencia del Oba y también incluía algunos tribunales de justicia, alojamientos para cortesanos y el harén real. El palacio tenía forma cuadrada con techo de tejas de madera y decorado con placas de bronce. La ciudad se situaba a orillas del Níger, que facilitaba la conexión con otras ciudades de importancia como Tombuctú, en el Imperio de Malí.

Sin embargo, todo cambia con la relación entre Portugal y Benín. Estas conexiones, en el siglo XV, eran estrictamente comerciales. Los productos principales con los que se comerciaba eran el marfil, la pimienta y los esclavos. Más tarde se establecen iglesias católicas en Benín.

En el siglo XVII, el reino declinó, por falta de liderazgo, divisiones internas y la indisciplina de clase dominante. Al eliminar la trata de esclavos, Benín quedó sin uno de sus productos estrella. Algunos territorios del imperio comenzaron a acercarse a Gran Bretaña, que ya empezaba a consolidar algunos protectorados y había creado ciudades para esclavos liberados (Freetown).

Los británicos quisieron convertir Benín en un protectorado cuando el aceite de palma se convirtió en un bien muy preciado. En Benín era muy numeroso, de hecho, había sido una de las primeras ciudades en tener un alumbrado público basado en lámparas de aceite de palma.

Benín caería en 1879 durante una expedición punitiva de los británicos, ya que el Oba Ovoramwen había realizado un ataque contra una caravana de ingleses desarmados por miedo a la invasión de estos en su reino. Asustado, el Oba realizó grandes sacrificios humanos, lo que fue muy mal visto por los ingleses. Por ello, en ese año, los británicos conquistaron Benín y Ovoramwen salió exiliado.

Los ingleses prendieron fuego a Benín, aunque se llevaron consigo las grandes obras de arte que el Imperio había creado durante su existencia. Éstas se encuentran a día de hoy en el British Museum, aunque su devolución a la actual Benín es una discusión en la actualidad. Hoy en día no queda nada de lo que fue la gran ciudad de Benín.

Fuentes:

-FALOLA, T. “La ciudad Perdida de Benín”, Vive la Historia, Madrid, noviembre 2018, nº41, pp. 80-85.

-NIANE, D.T. "Mali and the second mandingo expansion", en: NIANE, D.T. (ed.) General History of Africa IV: Africa from the Twelfth to the Sixteenth Century , Paris: UNESCO, 1984, pp. 117-171.

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