Dolores Ibárruri Gómez, también conocida como la Pasionaria, nació en Gallarta (Vizcaya, País Vasco) el 9 de diciembre de 1895. Pasionaria fue una de las caras más visibles del Partido Comunista de España durante la Segunda República y la Guerra Civil. Considerada un símbolo de la izquierda e incluso una leyenda por muchos camaradas, los orígenes de Pasionaria son muy reveladores para comprender la ideología y trayectoria de esta líder política.
Dolores Ibárruri nació en el seno de una familia de mineros. Su padre era Antonio Ibárruri y su madre Juliana Gómez. El matrimonio tuvo once vástagos, de los cuales solo siete alcanzaron la edad adulta. Dolores ocupaba el octavo lugar entre los hermanos. El padre de Pasionaria había participado en la tercera guerra carlista (1872-1876) y su madre era católica practicante. Pasionaria retrata a su familia en sus memorias como modesta y sencilla, pero que gozaba de un relativo bienestar gracias a la riqueza derivada de la mina.
Los niños de la cuenca minera de Somorrostro tenían acceso a la escuela. Los colegios de la zona estaban mejor dotados que los de otras partes de España, dada la ya mencionada prosperidad minera (dentro de la evidente pobreza general). Desde sus más tempranos años, Pasionaria destacó entre sus hermanos por su amor a la lectura.
Una maestra de la escuela le enseñó la afición por los libros y esto fue fundamental en su posterior desarrollo como propagandista política y oradora. Cerca de la casa de los Ibárruri-Gómez se situaba un centro obrero en el que se reunían militantes socialistas. El centro contaba con libros y documentos varios y Pasionaria pudo dar rienda suelta a su apetito lector.
Su amor por la lectura fue una de las claves en su formación como persona y posteriormente como política. Otro factor fundamental fue su carácter. Dolores Ibárruri era un niña rebelde, inquieta, indómita… Buen ejemplo de ello son sus discursos y mítines incendiarios durante la Segunda República, la Guerra Civil y desde el exilio. También cabe destacar su profunda fe religiosa durante la infancia y primera juventud. Pasionaria tenía especial devoción por la Virgen de los Dolores.
La cuenca minera de Somorrostro era uno de los lugares donde más fuertemente se estaban desarrollando los movimientos obreros. Los líderes y teóricos del movimiento obrero sostenían que el proletariado era una clase universal enfrentada a la burguesía por el reparto desigual e injusto de la riqueza. La injusticia debía ser subsanada mediante la destrucción del poder de la burguesía. Esta destrucción debía llevarse a cabo a través de una revolución internacional.
Los trabajadores de la cuenca de Somorrostro efectivamente soportaban arduas condiciones laborales (exiguos salarios, accidentes laborales habituales…). El grueso de la población de la zona veía con simpatía las ideas socialistas y era habitual que se sucediesen huelgas, mítines políticos… A Pasionaria le entusiasmaba asistir a mítines de muy diverso signo (socialista, carlista…). En ese ambiente convulso y proclive a la revolución fue en el que se crió Dolores Ibárruri y, poco a poco, todo el contexto en el que estaba inmersa fue despertando en ella un incipiente, pero claro interés por la política.
En 1916 Dolores Ibárruri contrajo matrimonio con Julián Ruiz Gabina, un minero socialista. Pasionaria tenía 20 años y el matrimonio con el minero socialista cambió su vida para siempre. En primer lugar, cabe destacar la ideología de Julián Ruiz. Las ideas socialistas no eran desconocidas para Pasionaria. Como se ha mencionado, nació y creció en una zona donde el socialismo era muy activo. Pero Julián fue la pieza definitiva que sembró la semilla revolucionaria en Dolores.
En segundo lugar, resulta importante destacar la ruptura que se produjo entre Pasionaria y su familia a raíz de su matrimonio. Como se ha señalado, el padre de Pasionaria había militado en las filas carlistas y su madre era profundamente religiosa. El casamiento con un socialista provocó que la familia de Pasionaria rompiera relaciones con ella. Pronto también, las ideas socialistas que estaban cuajando en Pasionaria se vieron enfrentadas a sus creencias católicas.
Como se ha mencionado, Julián Ruiz fue fundamental en el desarrollo político de Dolores Ibárruri. El minero introdujo a su esposa en el ideario socialista que, aun no siendo del todo desconocido para ella, tampoco era completamente conocido. Pronto Pasionaria comenzó a instruirse por su cuenta, sirviéndose de obras disponibles en bibliotecas. Dos libros clave que leyó fueron el Manifiesto Comunista y El Capital.
Pasionaria comenzó a escribir para la prensa socialista de la zona. También, pronto empezó a participar activamente en los actos revolucionarios de los obreros. Con el desarrollo de la Segunda República y la Guerra Civil una aureola de leyenda terminaría rodeando su figura. Pasionaria se convirtió en un símbolo comunista y de resistencia frente al franquismo. Su legado, en forma de frases como su famoso "¡No pasarán!" continua vivo hoy en día.
Fuentes:
- AVILÉS FARRE, J.: Pasionaria: la mujer y el mito. Belmonte López, I. (ed.), 1ª edición, Barcelona, Plaza & Janés editores, 2005.
- IBÁRRURI GÓMEZ, D.: Memorias de Dolores Ibárruri la Pasionaria - La Lucha y la Vida (El único camino-Me faltaba España). Planeta, 1985.