La mujer en el Antiguo Egipto
Mujer egipcia. Fuente: Nueva Acrópolis España

La mujer egipcia ha sido idealizada principalmente por parte de la historiografía. Se ha argumentado que la mujer en Egipto gozaba de más libertades que las mujeres en otras sociedades de su tiempo. La sociedad egipcia fue muy sorprendente, pero no debemos caer en la idealización.

Es cierto que en política hubo algunas reinas-faraón, como es el caso de Hatshepsut. Sin embargo, esto mismo deja entrever que los casos en los que las mujeres llegaron al máximo poder político en el Antiguo Egipto son muy escasos. No era frecuente que una mujer fuera faraón. En tal caso, habrían existido muchos más casos en los que apareciera una mujer faraón. Además, no se sabe si por coincidencia o por alguna causa, los reinados de mujeres precedían periodos de crisis o agitación.

LA MUJER EGIPCIA EN EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

El núcleo social egipcio era la familia. En este ámbito, la mujer podía elegir a su esposo. Podía contar con una aprobación paternal para contraer matrimonio, pero no necesariamente. Alrededor del año 2000 a.C. se empieza a conocer un título otorgado a las mujeres que aparece en transcripciones jeroglíficas. Se trata del título de Nebet-Per, que significa “Señora de la Casa”. No se ha hallado ningún documento que tilde al hombre de “Señor de la Casa”. Esto significa que las mujeres eran las encargadas de la administración del hogar.

Como consecuencia, la mujer tenía una capacidad legal para administrar sus bienes propios, que nunca pasaban a formar parte del esposo. Si la mujer tenía unas tierras, su posesión sobre ellas se mantenía hasta que estos bienes fueran transferidos por herencia a sus hijos. La línea sucesoria era por vía materna, algo muy raro en el continente africano en aquel momento. El matrimonio no existía como institución religiosa o legal. Los textos egipcios hablan de “fundar una casa”, es decir, formar una familia al frente de la que estaría la mujer. Sí que se firmaba una especie de contrato con un pacto. Esto deriva en el tema de la descendencia y la poligamia. Si una mujer no cumplía con dotar a la familia de hijos, el hombre tenía derecho a una segunda esposa que pudiera darle hijos. Por el contrario, las mujeres eran monógamas.

Existía el divorcio, al que los textos se refieren como “la partida”. En este caso, se fijaba una compensación económica si el esposo repudiaba a su mujer sin causa aparente.

EDUCACIÓN DE LAS MUJERES EGIPCIAS

La Casa Jeneret era el lugar donde se educaba a las niñas de clases altas. Allí habitaban la madre, esposa y esposas secundarias del faraón, además de sus hijos e hijas de reinas y concubinas. Estaba cerca del edificio real. Allí, las niñas de la élite eran instruidas en aspectos como la música o la danza.

Se las enseñaba también a tejer y a elaborar útiles de belleza y aseo. Había talleres de alfarería, carpintería y tejido. Se sabe que en el Imperio Antiguo, muchos dignatarios del faraón se casaban con mujeres con altos cargos en la Casa Jeneret. Más tarde, en el Imperio Nuevo, esta institución cobró aún más importancia, pues fue centro de correspondencia entre reinas. Hubo muchos faraones que fueron hijos de esposas secundarias pertenecientes a la Casa Jeneret, como Tiaa o Tiy

PRINCIPALES OFICIOS DE LA MUJER EGIPCIA 

La mujer estaba excluida de la mayor parte de los talleres. De este modo, solo podía dedicarse a otros oficios. La danza y la música eran algunos de ellos, principalmente para las esclavas. Otras muchas eran tejedoras, como hemos mencionado ya, sirvientas o molineras.  Pero el oficio mayoritario se encontraba en el campo con la agricultura, gracias a las inundaciones del Nilo. Por el hecho de ser mujer y conocer el parto, otro de los oficios donde se la podía encontrar era el de comadrona

En las clases más altas se podían hallar sacerdotisas al servicio de dioses, pero principalmente de las diosas como Hathor. También aquí podemos encontrar a las funcionarias. Hubo mujeres escriba en diferentes cargos del Estado. En los textos ha aparecido una mujer que fue visir en la VI Dinastía. Aun así, esto era muy raro, como en el caso de las mujeres con cargo político.

FUENTES

-BEDMAN GONZALEZ, TERESA (2003): Reinas de Egipto, el secreto del poder. Oberon, Madrid; (2009): La mujer en el Antiguo Egipto, Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, Madrid.
-DESROCHES NOBLECOURT, CHRISTIANE (1999): La mujer en tiempos de los faraones. Complutense, Madrid.

 

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