“San” (lengua Khoisan) es un término usado para referirse a una etnia africana que habita en diversos países como Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Angola. A esta etnia también se la ha denominado como bosquimanos, término despectivo usado por los primero colonos holandeses que se referían a ellos como bosjeman o “pueblo de los bosques” pues este era su hábitat natural, donde podían cazar y recolectar su alimento; también son conocidos como basarwas (en tswana) y como RAD o “habitantes de zonas remotas” (denominación gubernamental).
Su genética les sitúa como el linaje humano más antiguo que habita la tierra, produciendo su divergencia con nuestro tronco genético en torno a 350.000 y 260.000 años. Llegaron a poblar extensos terrenos de todo el África meridional, sin embargo los pueblos bantú les diezmaron y desplazaron de sus dominios, confinándolos en el desierto del Kalahari. Sufrirán una reducción de población durante la colonización de holandeses, alemanes e ingleses.
Los individuos San comparten una serie de características físicas, como estatura más alta que los grupos de habla bantú, piel menos oscura (moreno-amarillenta), cabello bastante corto, nariz achatada y un característico mentón con forma grácil. Usan una lengua propia denominada Khoi-san y está dentro de la familia de las lenguas “Click” (denominadas así debido a su característico chasquido para mostrar descontento).
Su forma de vida apenas ha variado en todos estos años, siendo recolectores de hierbas y raíces y cazadores. Sobre el estilo de caza de este pueblo, apuntar que son reconocidos tiradores con arco (usan flechas envenenadas y arcos de sección plana que ellos mismos fabrican) con los que pueden cazar animales como antílopes, ratones, liebres, dic-dic y babuinos; de los que no solo aprovechan la carne, también la sangre y la piel para vestidos.
En cuanto a su organización social, destacar que las mujeres suelen dedicarse a la recolección de alimentos (frutos y raíces) y los hombres a la caza y búsqueda de fuentes de agua potable; suelen ser grupos de familia pequeños y nómadas distribuidos en clanes a lo largo de un vasto territorio.
En su sociedad no hay líderes políticos como tal, suelen ser individuos que destacan por sus habilidades o influencias. Son un pueblo muy solidario que tienden a compartir aquello que posee, a pesar de que sus pertenencias sean muy escasas. En términos religiosos son seguidores de sus ritos tribales desde hace años, habiendo una serie de chamanes de gran influencia que traspasan de una generación a otra las antiguas creencias de sus ancestros.
Un ejemplo, es cuando una persona enferma, el resto del clan danza a su alrededor pidiendo a los dioses de sus ancestros (principales motivos de reverencia y respeto) que sanen a la persona y la perdonen por sus errores que le hayan llevado a esa enfermedad. Sus hogares suelen ser de ramas y en forma de iglú, lo que les permite desmontarlos de manera muy sencilla para poder trasladarse a otras zonas como las cuevas de las montañas cuando es estación de lluvia.
Sin duda la historia de este ancestral pueblo es maravillosa y es una suerte el que sigan existiendo individuos de esta etnia a día de hoy. Sin embargo, es muy triste su caso pues el gobierno de Botsuana (principal territorio donde más San vive) lleva años boicoteando al pueblo San, buscando acabar con ellos o usarlos como herramienta de diversión para el turismo.
El pueblo de los San vive recluido en una reserva del desierto del Kalahari, no se les permite cazar a menos que sea como demostración para los turistas; no tienen acceso a pozos de agua que están reservados para los complejos turísticos que el gobierno de Botsuana posee allí; sus miembros son obligados a emigrar a las ciudades para buscar trabajos pésimamente pagados pues son considerados una etnia inferior (desplazada hace miles de años por los bantúes, de raza superior según ellos).
Otros motivos para este duro castigo del pueblo San se ve en que su territorio es rico en diamantes, por lo que el gobierno de Botsuana ha buscado por todos los medios expulsar a los San de su tierra. La lucha por los derechos de los San sigue vigente a día de hoy, por lo cual debe ser peleada hasta lograr que estos puedan mantener su forma de vida en paz.
