Della Porta y la cámara oscura: ciencia y secreto cogidos de la mano
Ilustración de una cámara oscura, en un manuscrito sobre diseños militares del siglo XVII de origen posiblemente italiano. Fuente: Public Domain

Segunda mitad del siglo XVI. Se vivía una época en la que artilugios como la cámara oscura tuvieron gran protagonismo en los espectáculos que deleitaban por igual a las cortes reales y al pueblo llano. ¿En qué consistía originalmente este artilugio? Al principio no era más que una sala cerrada cuya única fuente de iluminación era un diminuto orificio en uno de los muros, por donde penetraban rayos luminosos que reflejaban los objetos del exterior en una de las paredes de la habitación.

De su invención se ha hablado mucho. El insigne nombre de Aristóteles aparece como padre primero de un artilugio similar. Roger Bacon, en pleno siglo XIII, también parecía conocer los principios de su uso, y las notas de Leonardo Da Vinci dan razón de su uso como apoyo para calcar imágenes a lápiz, no en una habitación, sino en un lugar corriente, sin luz, con una lente perfeccionadora de la imagen cuando se proyectaba en el interior desde fuera. Aunque su perfeccionamiento se debe a Giambattista della Porta, un gran ejemplo de la unificación en una sola persona del mago, el científico y el dramaturgo.

 

Magia Naturalis

 

Diderot y d'Alembert creyeron que este hombre fue el inventor del artilugio, debido a la gran popularidad que ganó en su época con sus espectáculos. Así quedó reflejado en L'Encyclopédie o Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers que ambos impulsaron en el siglo XVIII y que se editó entre 1751 y 1772. El natural de Vico Equense y autor de la Fisiognomia no la inventó, pero exprimió sus posibilidades al máximo. Llevó a su máximo esplendor la fantasmagoría que solo hechiceros y nigromantes se atrevían a escenificar.

Giambattista estaba plenamente preparado y al corriente de todas las disciplinas afines a sus labores como artista y mago, incluidas algunas tan denostadas – y a la vez tan trascendentales para el desarrollo de la Ciencia y la cultura – como la astrología y la alquimia. Su principal obra llevó el nombre de Magia Naturalis, y su propio autor aseguraba que comenzó a redactarla en 1555, cuando solo contaba con quince años de edad. Sabemos que la edición completa – que consta de veinte tomos – no apareció hasta finales de siglo, concretamente hasta 1591, cuando vio la luz en Frankfurt.

¿Cuál era la naturaleza de este enorme tratado? Se trataba de una suerte de obra enciclopédica en la que sus límites no estaban bien definidos. Entre sus páginas se daban cita a partes iguales geniales observaciones experimentales y juegos de magia prácticamente fantásticos. Al autor le encantaba mostrar como evidencias científicas símbolos y mitos de poetas antiguos, característica que muestra plenamente en este compendio. En cuanto al cubículo oscuro – nombre con el que catalogaba a la cámara oscura – el libro decía lo siguiente, pues della Porta logró que el instrumento dejara de reflejar un mundo al revés:

«¿Quieres que todo se vea rectificado? Es una cosa difícil, probada por muchos sin éxito. Efectivamente, algunos han colocado espejos planos en posición oblicua con respecto a la abertura. Estos espejos rebotan la imagen sobre la tabla; los objetos aparecen, entonces, enderezados, pero son oscuros y poco nítidos. Pero tú puedes conseguirlo de la siguiente forma: coloca en la abertura un largavista formado por lentes convexas y proyecta la imagen en un espejo cóncavo, el que recibe esta imagen invertida y la rebota al derecho. Si colocas el papel blanco debajo de la abertura verás en él las imágenes tan claras y tan netas que te quedarás admirado...»

 

El secreto como clave

Canaletto: Basílica de los santos Giovanni e Paolo, Venecia. Bocetos obtenidos mediante cámara oscura. Fuente: Public Domain

Hay un detalle muy a tener en cuenta en lo que se refiere al apellido della Porta: se refiere a dos hermanos. Uno era el ya conocido Giambattista, admirado por Diderot y D'Alembert. El otro se llamaba Vincenzo, y ambos fueron criados entre algodones, ya que su padre estaba al servicio de Carlos V. Ambos era eruditos y viajeros y es probable que ambos contribuyeran al nacimiento de Magia Naturalis. La unión de lo mejor de ambos – las ideas de Giambattista y la experimentación de Vincenzo – les abrió las puertas de una de las familias más poderosas de Europa: los D'Este. El primero colaboraba con los dramaturgos que escribían par Luis D'Este, cardenal de Venecia, mientras Vincenzo le construía instrumentos ópticos.

Bajo el manto protector de la distinguida familia, ambos concibieron los espectáculos del cubículo oscuro. Había llegado el “teatro óptico” que fusionaba la imaginación y el dramatismo de ambos hermanos. Contaban historias, proponían visiones fantásticas, ilusiones, comedia… Todo contenido en un solo artilugio.

Ambos consideraban que ciencia y magia eran conciliables. Pensaban que las artes mágicas no traspasaban los límites de la naturaleza, pero parecían sobrenaturales porque sus causas y procedimientos estaban ocultas al gran público. Magia Naturalis es la máxima expresión de este pensamiento, es una iniciación en lo referente a la óptica, pero desde un enfoque maravilloso, lleno de elementos un poco exagerados, pero expuestos de esa forma adrede. La nobleza se encandiló de las obras de los della Porta, pero también lo hicieron los estudiosos, curiosos ante tal despliegue de elementos fantásticos. La clave era el secreto. Conocían los motivos, los rudimentos de sus creaciones, pero aun así seguían sintiéndose fascinados ante sus propias creaciones, y eso fue lo que trataron de mostrar a todos los que quisieran adentrarse en sus escritos. Ilusionismo y divulgación científica cogidas de la mano. Eso es la Magia Natural.

En su casa de Nápoles fundaron la “Academia de los Secretos”, donde solo se admitía a quienes lograban grandes cosas en el campo científico. Gracias a la protección de los D'Este evitaron males mayores tras la acusación de prácticas ilícitas por parte del Papa, que logró clausurar el selecto club de los hermanos della Porta. Amigos suyos, como Giordano Bruno, fueron silenciados por la Inquisición. Otros fueron encarcelados. Todo por seguir el secreto: que la magia y la naturaleza pueden ser una si uno alcanza el conocimiento necesario.

 

Fuentes:

- Mayrata, Ramón. Fantasmagoría: magia, terror, mito y ciencia, La Felguera Editores, 2017.

- Schopenhauer, Arthur. Ensayo sobre las visiones de fantasmas, Valdemar, 1998.

- https://www.theodora.com/encyclopedia/c/camera_obscura.html

- https://en.wikipedia.org/wiki/Camera_obscura

 

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