En plena Guerra con los Musulmanes de la Península Ibérica, Los Hospitalarios tuvieron un papel determinante en el proceso de repoblación en la Corona de Castilla, sobre todo en zonas cercanas al Reino de Granada.
Proceso de repoblación
En el siglo XII, los templarios recibieron determinadas donaciones de terreno en la Meseta Central, por parte de Alfonso VII como donativo. Uno de los objetivos de esta dádiva era que se fomentara la repoblación de territorios poco poblados debido, entre otras cosas, al conflicto en la Península Ibérica entre cristianos y musulmanes. Debido al éxito de estas primeras repoblaciones se extendió esta actividad en la que los reyes cedían terreno a los Hospitalarios que llevaban ese proceso de repoblación otorgando además protección a los habitantes con fortalezas y castillos donde se instalaban y permanecían los componentes de la Orden.
A principios del siglo XIII la Orden de San Juan adquirió el señorío de Consuegra. Tomó importancia en la labor repobladora de la región
Pronto se extendió hacia el sur y los Hospitalarios fueron adquiriendo territorios conformando núcleos de población en torno a castillos y fortalezas que fueron atrayendo a cada vez más colonos. A principios del siglo XIII la Orden de San Juan adquirió el señorío de Consuegra (donada por Alfonso VIII en 1183), en La Mancha, y tomó gran importancia en la labor repobladora de la región conforme los cristianos avanzaban hacia el sur en detrimento de los almohades.
Durante todo el siglo XIII el poblamiento de los Hospitalarios en La Mancha fue aumentando a través de la concesión de cartas de población por parte del comendador sanjuanista de Consuegra formando alrededor y cerca de esta villa una red de aldeas colindantes subordinadas a Consuegra.
En estos procesos de repoblación, la orden conseguía beneficios fiscales tales como cobros a los colonos por trabajar la tierra, monopolio de servicios como la elaboración del pan, o el usufructo de determinadas tierras del señorío. En la segunda mitad del siglo XII y hasta el siglo XIV La Orden amplió su ámbito de influencia hacia Andalucía aunque en este momento disminuyó el ritmo repoblador e incluso algunas aldeas dejaron de tener influencia y se despoblaron.
En el siglo XV cabe destacar la actividad repobladora que se produjo en el Reino de Murcia, extendiendo una vez más el ámbito de influencia de la Orden hacia el sudeste peninsular. Y en esta región, fue Calasparra el principal centro de actividad de la orden asentándose en la fortaleza de Calasparra (donada por el rey Sancho IV en 1289) convirtiéndose en la base de la economía de la orden en esta región, basada en las numerosas tierras de cultivo. Es a principios de siglo XV cuando la Orden hizo reparto de tierras y bancales de la localidad para los colonos, aunque los Hospitalarios se reservaban ciertos derechos señoriales. A partir de la repoblación de Calasparra, se abordó la repoblación de Archena del mismo modo.
El ciclo de repoblaciones llevadas a cabo por la Orden Hospitalaria finalizó en el siglo XVI con la fundación de Argamasilla de Alba en torno al 1540. De este modo se cerró una actividad que comenzó a principios del siglo XII que amplió la influencia de la Orden en la meseta central y el sur de la península y permitió colonizar y expandir la influencia cristiana hacia el sur
