Van llegando fechas señaladas, llenas de ilusión para unos y de nostalgia para otros. Lo cierto es que durante esta época del año. los sentimientos florecen y nuestro corazón parece estar un tanto más receptivo a la hora de conectar con los demás seres que nos rodean.
Da igual si eres pobre o rico, o si sientes el calor de la compañía de tus familiares o, en cambio, estás en una situación de soledad. Siempre tendremos esa sensación de que todo pasará y de que, al final, todo va a llegar a buen puerto. Siempre hay un hilo de esperanza que nos da ese empujoncito en el pecho para seguir con las luchas que debemos conquistar.
Si sientes que falta alguien en tu mesa y eso te hace notar un vacío, sólo piensa que en realidad está a tu lado, sonriendo, porque si algo de mágico y especial tienen estas fechas, son el sentir más cerca a nuestros seres queridos.
Igual que tenemos que valorar y apreciar a los que no están, debemos estar más cerca de las personas que de verdad sienten algo verdadero por nosotros. La vida puede ser un poco dura a veces y sorprendernos en alguna ocasión, cuando menos lo esperamos, por eso debemos apreciar a todos los que están cerquita de nosotros y contemplar que su presencia vale más que cualquier otro regalo que un mundo tan material nos pueda ofrecer.
La navidad siempre ha tenido ese toque especial y maravilloso que desde la antigüedad se ha venido celebrando, pero lo cierto es que estas fiestas son más auténticas de lo que muchos de nosotros hayamos podido imaginar. Habrá que adentrarse un poco en su historia para conocer los secretos más maravillosos que se esconden en esta época tan mágica.
Una historia diferente
La Navidad es una de las fiestas más conocidas mundialmente y, aunque muchos pensamos que es de origen cristiano, no lo es, es pagano.
Antes del nacimiento del niño Jesús, concretamente el 217 a.C., los romanos celebraran la Saturnalia, que no era más que una fiesta conmemorada al Dios Saturno para celebrar la llegada de la luz sobre la noche (Solsticio de invierno), cuando los días empiezan a alargarse. Las celebraciones eran desde el 17 al 23 de diciembre y los romanos encendían luces para celebrar la nueva venida de la luz, también intercambiaban regalos e incluso alternaban posiciones sociales con los esclavos. Las comidas y banquetes eran populares y es interesante ver como el consumismo ha cambiado tan poco con respecto a nuestros días. Los pocos cristianos que existían se oponían a celebrar este tipo de eventos, ya que el nivel de las fiestas era muy alocado y los romanos se alborotaban en exceso. Por este motivo, se cree que la Navidad se inventó para sustituir la celebración de Saturno por el nacimiento del hijo de Dios.
La primera vez que podemos entender como la celebración de la Navidad en el 25 de diciembre fue casi dos siglos después del nacimiento de Cristo, cuando el cristianismo se iba abriendo paso en el imperio romano. El Papa Julio I señaló esa fecha por su proximidad a las fiestas del solsticio de invierno que se celebraban en la antigüedad.
Lo cierto es que la profundidad de este evento tan histórico no solo va ligado al antiguo imperio romano, sino que está arraigado a todas las culturas que celebran la llegada del sol en el solsticio de invierno.
Hay un aroma sobrenatural que envuelve a los solsticios y equinoccios que dividen las diferentes horas de luz del año; ya desde la antigüedad este hecho tomaba un papel fundamental en sus creencias.
Santa Claus existió en la realidad
Todos tenemos en la cabeza al hombre regordete, con barba blanca, que va en trineo repartiendo regalos. Lo que muy pocas personas conocen es que, en realidad, la historia de Papá Noel es mucho más profunda e increíble.
Su nombre era Nicolás de Bari y nació en el siglo IV. en Patara (Turquía). Pertenecía a una familia rica y acomodada. Desde su niñez, destacaba por tener una personalidad amorosa y generosa con los más pobres. Siendo aún joven perdió a sus padres a causa de la peste y heredó toda su riqueza. En sus 19 años, decidió donar todo a los más necesitados y se marchó a Mira para dedicarse a ser sacerdote. Años después, se consagró como obispo.
A Nicolás se le describe como una persona decidida, pero con un carácter amable y entrañable. Llevó a cabo una lucha contra el paganismo e incluso fue encarcelado. Según cuentan algunos historiadores, a San Nicolás, mientras permanecía en la celda, se le apareció Jesús entregándole las escrituras y la Virgen María le ofreció sus vestiduras obispales que le habían arrebatado. El carcelero en la mañana siguiente se encontró a Nicolás leyendo las escrituras vestido de Obispo.
De él se cuentan muchísimas historias y se le atribuyen varios milagros. Su adoración a los niños era tal que en una ocasión se indica que alguien acuchilló a varios jóvenes. Entonces el Santo rezó por ellos y consiguió una cura milagrosa. También se describe que en una ocasión un hombre pobre tenía a tres hijas las que nunca se podrían casar por falta de una buena economía, Nicolás sabiendo el caso, entró a través de la ventana al hogar de las jóvenes y colocó una bolsita de oro en cada calcetín que tenían secándose en la chimenea. Su imagen no era tan distinta de la que se describe en la actualidad al rey de polo Norte. Aunque de complexión delgada, su barba era larga, con unas vestimentas también de color rojo y blanco.
Los cristianos consiguieron sustraer sus reliquias en 1807 y las llevaron a la ciudad de Bari en Italia. Allí se produjeron tantos milagros al rezarle al santo que su fama se extendió por toda Europa. Existen cientos de templos en todo el mundo dedicados a su figura.
Lo de Santa Claus proviene de su nombramiento como Santo y de un diminutivo de su nombre (Niklauss) en alemán. Una marca conocida de refrescos utilizó esta historia para crear al bueno de Papá Noel y lo que muchos no saben es que representa a un hombre que existió en la realidad, que fue nombrado Santo y que ayudó a muchísimas personas durante mucho tiempo.
El milagro del primer portal de Belén
Otro de los aspectos inconfundibles de la Navidad es la figura del portal con María y José contemplando la maravillosa escena del niño Jesús. Pero también tiene una historia peculiar que le da un significado y complejidad más interesante a la de un simple adorno navideño.
Esta tradición se remonta a la Navidad del año 1223, donde San Francisco de Asís reunía a todos los vecinos de la villa italiana de Grecco para una misa de medianoche alrededor de un pesebre vacío (comedero de animales que servía como cuna de Jesús) y recreó el nacimiento de Jesús por primera vez en la historia. Durante la misa, un hombre llamado ‘Juan de Grecio’ aseguró ver a un niño hermoso durmiendo en el pesebre mientras San Francisco le tendió los brazos. Este milagro junto a otros relacionados con el pesebre se propagó por todo el mundo y la costumbre de celebrar los nacimientos empezó a coger fuerza llegando hasta nuestros días.
En 1986, el Papa Juan Pablo II proclamó a San Francisco de Asís Patrón Universal del Belenismo.
Un aspecto más que interesante que le da un significado especial al Belén que todos (o casi todos) colocamos en nuestros hogares.
La tumba de los Reyes Magos existe en la actualidad
Aunque parezca increíble y hasta incluso un poco fantasioso, es cierto que hay un lugar donde se encuentran los restos de los supuestos tres Reyes Magos que visitaron al niño Jesús.
Se trata de la ciudad de Colonia (Alemania) y están en un sarcófago que tardó en construirse más de 40 años, debido a su complejidad, ya que está compuesto de oro y plata e incrustado con piedras preciosas. Una vez finalizado se necesitaba un lugar apropiado para dichas reliquias y se construyó la Catedral de Colonia, uno de los monumentos góticos más bellos de Europa en la actualidad.
Los restos de los supuestos Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a la ciudad en barco en 1.164 a través de Barbarroja (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico).
La autenticidad de los huesos no se puso en duda hasta el siglo XIX, cuando la ciencia quiso "hacer frente" a la religión. El sarcófago fue abierto y efectivamente se corroboró que ahí dentro se hallaban los esqueletos de tres hombres, uno joven y dos más mayores.
Ciertamente, es difícil demostrar si los restos de estas tres figuras tan relevantes de nuestra historia son verdaderamente de ellos o no, pero solo con la posibilidad de que fuera cierto invita a -como mínimo- tener marcado en el mapa el lugar con una cruz para aquellos viajeros que disfruten con la intriga y la pasión de los hechos más históricos.
Por todo lo relacionado a este reportaje y muchas cosas más, la Navidad es una época del año especial y diferente, que trae algo mágico a nuestros corazones. La historia siempre ha estado señalada por estas fechas y solo nos queda disfrutar y seguir marcando con lápiz nuestro camino en este maravilloso e increíble sendero llamado vida.Feliz Navidad.