La Revolución Rusa, se inició en octubre en la ciudad de Petrogrado (actual San Petersburgo). Esta ciudad había sido víctima de la escasez alimenticia, lo que provocaba un creciente descontento de la población. Ante esta situación social, Lenin proclamó la revolución bolchevique. El 25 de octubre de 1917 (7 de noviembre según el calendario gregoriano), las fuerzas revolucionarias iniciaron el asalto al Palacio de Invierno de Petrogrado tras el cañonazo emitido desde el Crucero Aurora. Este, desde el río Neva, formó parte de la armada de apoyo a los revolucionarios.

Anteriormente, el poder de los zares rusos comenzó a peligrar debido el auge de las revueltas surgidas a partir del siglo XIX. El 28 de diciembre de 1825, la Revuelta decembrista, liderada por oficiales aristócratas del ejército ruso en San Petersburgo, se levantó en contra del régimen absolutista. Sin embargo, fue sofocada por los soldados enviados por el zar.

El absolutismo siguió reinando en Rusia a lo largo del siglo XIX, a pesar de las pequeñas reformas sociales y económicas implementadas. Las huelgas, revueltas y levantamientos de los trabajadores cada vez eran más comunes, y continuaron hasta principios del siglo XX. A pesar de la represión que fueron sufriendo, las huelgas, saqueos e incendios se sucedieron hasta 1908.

En 1914, San Petersburgo fue rebautizada como Petrogrado. En esta ciudad se inició la Revolución Rusa de 1917, debido a las hambrunas y escasez provocadas por las derrotas rusas durante la Primera Guerra Mundial. El Partido Bolchevique, liderado por Vladimir Lenin, se declaró como único representante de la voluntad de los trabajadores, y comenzó una disputa contra el Gobierno del zar.

El 9 de octubre, Lenin llegó a Petrogrado. Se instaló en la sede del Soviet y se encargó de coordinar y dirigir las operaciones. Para el asalto del 25 de octubre, los revolucionarios se repartieron en tres distintos batallones de combate. Los llamados “guardias rojos”, principalmente obreros armados, las unidades revolucionarias de la guarnición de Petrogrado, y la armada del Báltico. Estas tres facciones rodeaban la ciudad.

El Crucero Aurora, encargado de emitir la señal de inicio de la revolución, había participado a comienzos del siglo XX en operaciones de socorro. Durante la Primera Guerra Mundial, participó en combates contra las flotas alemanas. El 25 de octubre de 1917, navegando por el río que rodea la ciudad de Petrogrado, el río Neva, disparó el cañonazo que sirvió como señal para el inicio del asalto al Palacio de Invierno, la residencia de los zares, que resistió los ataques hasta que cayó junto con el resto de edificios gubernamentales.

Tras el triunfo de la revolución rusa y la toma de poder el partido bolchevique, el “Aurora” participó de manera activa en la guerra civil. También tuvo una presencia importante en la defensa de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial. Poco a poco, el crucero empezó a perder importancia militar, ya que otros cruceros más modernos le sustituían, pero se convirtió un símbolo propagandístico del nuevo Estado soviético. Desde 1956 hasta la actualidad, el Crucero Aurora se encuentra atracado en el río Neva y está abierto como museo.

Fuentes:

Guía Total Urban. San Petersburgo. ANAYA Touring

Ferrero, A. "La historia del 'Aurora': el crucero que trajo la revolución de octubre". Edición online del periódico Público. Consultado en: https://www.publico.es/sociedad/historia-aurora-crucero-trajo-revolucion-octubre.html

Muñoz Fernández, V. "Octubre Rojo, la consolidación de la revolución bolchevique". RedHistoria. 19 de agosto de 2012. Consultado en: https://redhistoria.com/octubre-rojo-la-consolidacion-de-la-revolucion-bolchevique/