En el primer tomo de la Heimskringla o historia de los reyes de Noruega, se recogen 40 capítulos que hablan de las aventuras y peripecias del joven Harald I, unificador de Noruega. Era hijo de Halfdan “el Negro” y de Rangnhild Sigurdsdatter, reyes de Vestfold y los principales predecesores de las campañas de Harald junto a la figura de su tío Guthorm. Antes de hablar de este hombre, hay que destacar que muchos historiadores han puesto en duda la propia existencia de este monarca. El historiador Peter Sawyer fue el primero en afirmar que esta figura podía ser una simple leyenda. No existen testimonios, más allá del propio Snorri Sturluson y su saga de los reyes noruegos. Por esto, al igual que en casos como en el del Rey Pelayo, su historia se puede basar en un personaje real al que se ha dibujado con tintes legendarios.

Mapa que recoge los diversos reinos y condados en los que se dividia la Noruega de aquellos años. Fuente: Maps on the Web

La Noruega de aquellos años era un terreno duro, frío y difícil de cultivar. Muchos eran los aventureros que se embarcaron en busca de nuevas riquezas y tierras que explorar y colonizar. Algunos se convirtieron en mercaderes y otros tomaron la senda del vikingo. Estos últimos se desplazaban en rápidos barcos de guerra, conocidos como drakar, que se dedicaban a los asaltos rápidos pero que contuvieran grandes botines. La amalgama de reinos, jarl (condes) y señores de la guerra hacían que factores fundamentales como el comerció no pudieran florecer pues los vikingos siempre estaban atentos para atacar a los propios comerciantes escandinavos. Algunos monarcas trataron de poner fin a esto pero no poseían suficiente poder. Uno de ellos, Halfdan “el Negro” destacó entre todos ellos, siendo un rey poderoso y astuto que dejó el proyecto unificador iniciado para que lo completara su hijo Harald.

Imagen de Halfdan y Harald. Fuente: Wikicomons

Según Sturluson, Harald solo contaba con 10 años cuando accede al trono en el año 860, lo que situaría su nacimiento en el año 850. Su tío materno, Guthormr fue el regente y protector del reino hasta que el joven Harald tuviera edad suficiente para gobernar. Sturluson habla de Harald como el hombre más alto, fuerte, guapo y sabido de todo su reino; obviamente al ser la única fuente disponible no podemos conocer la veracidad de estas palabras. Los primeros reyes que combaten contra Harald y su tío son el rey Gandalf y su hijo Haki, los hermanos Hogni y Frodi y el rey Hogni Karuson. Su ataque se produjo tras la muerte de Halfdan, por lo que esperaban tomar Vestfold mientras guardaba el luto. Sin embargo, los soberanos conocieron de sus intenciones y partieron a presentarles batalla. Tras la derrota de sus enemigos, sobre todo del rey Gandalf, muchos pequeños señores decidieron unirse frente al nuevo monarca. Se reunieron en asamblea y trazaron planes para acabar con Harald. Este se enteró de donde estaban reunidos y en la noche sitió el campamento enemigo prendiendo fuego a la tienda donde se refugiaban los líderes enemigos. Cuatro grandes señores murieron ese día, entre ellos el propio rey Gandalf.

Tradicionalmente, se ha explicado que el deseo unificador de Harald parte de una promesa que hizo a una joven muchacha, Gyda, hija del rey Eirikr de Hordaland. Harald había oído de su belleza y mandó un mensajero para pedir la mano de la princesa. Esta respondió con una negativa pues Harald no era más que un rey menor sin el suficiente poder para poder casarse con ella. Ante ese reto, Harald prometió no volver a cortarse el cabello y la barba hasta que no hubiera unificado toda Noruega para su princesa. Esta leyenda se recoge así en la Heimskringla, sin embargo los historiadores consideran a la misma una romanización de diversos motivos y ambiciones políticas.

El actor Peter Franzén encarna al rey Harald I en la serie Vikings. La representación de este personaje es bastante desacertada pero ha acercado su figura al público más juvenil. Fuente: Wikicomons

Desde este momento se inician una serie de capítulos que narran las diversas luchas de poder por las que tuvo que pasar Harald. Diversos reinos menores y condados que una vez tomados, eran sometidos por la fuerza y se instalaba un jarl para que gobernará en nombre del nuevo monarca. Harald contaba con su propio código de leyes, un sistema de impuestos y una serie de condiciones ventajosas que hicieron que estos nuevos jarl territoriales tuvieran más poder que los viejos reyes. Este fenómeno atrajo a otros hombres poderosos al lado de Harald.  Todos los jarl debían entregar 60 hombres armados al ejército real y los señores menos poderosos al menos 20 más. Algunos de los mayores aliados de Harald fueron el Jarl Hákon Grjótgarðsson y el Jarl Ragnvald Eysteinsson, fundamentales en la victoria de Harald.

Monumento eregido para recordar la batalla de Hafrsjord, tradicionalmente considerada la gran batalla de Harald. La espada más alta representa a Harald y las otras dos representan a los dos reyes que murieron ese día. Fuente: Ancient times.

El enemigo más destacado de Harald fue Sǫlvi klofi, un poderoso rey guerrero que gracias a su gran habilidad en el manejo de los barcos fue capaz de diezmar gravemente el ejército de Harald. Con el tiempo y tras varias derrotas, Solvi tomó el camino del vikingo y se dedicó a atormentar las aldeas y ciudades costeras de Noruega. En el año 872 y tras una larga campaña en la que destaca la batalla de batalla Hafrsfjord, Harald se coronó como Harald I de Noruega (872-930). En este año se casaría con Gyda definitivamente y de ella nacerían 5 hijos. Sin embargo, era costumbre en aquellas tierras que el esposo contara con más de una mujer, por lo que sabemos de otras princesas y condesas que contrajeron matrimonio con Harald y que le dieron diversos hijos e hijas. El más destacado es Erick Hacha sangrienta, que fue el principal asesino de sus hermanos y hermanas. Fue el Jarl Ragnvald el encargado de cortar el pelo de Harald I una vez lograda la unificación. El hijo de Ragnvald, Hrólfr o Rollón “el caminante”, sería en un futuro el primer conde de Normandía tras su expulsión por haber saqueado diversas aldeas noruegas sin permiso.

Monumento en Noruega en honor a la figura de Harald I. Fuente: Wikicomons

El resto de la vida de Harald trascurre en enfrentamientos dentro de sus fronteras con los jarl que eran demasiado ambiciosos, los vikingos que buscaban botín y la exploración de terrenos como las Islas Orkadas, las Islas Shetland o Escocia muchos de los cuales serían tomados bajo su mando. Su hijo favorito, Érico, tomaría las armas e iría asesinando a todos los hermanos que trataran de imponerse a su coronación. Harald no desaprobó esto, pues para él Érico era su mejor opción de mantener unido el reino. A la supuesta edad de 83 años, Harald I moría dejando un trono, cimentado sobre la sangre de cientos de enemigos, a su hijo. Los reyes noruegos fueron especialmente fieros en batalla, siguiendo la estela de su supuesto predecesor, “el de la hermosa cabellera”.

Bibliografía: 

  • Canales C. y Del Rey M. (2017). Demonios del Norte. Madrid: Edaf.
  • Sturluson, S. (1291, 2015). Heimskringla i. London: Viking society for northern research, University College London
  • Velasco M. (2013). Breve historia de los vikingos. Madrid: Nowtilus.