El enanismo es una de las patologías más representadas en la historia. Velázquez no fue el primero en realizar una imagen de un enano, sino que muchas habían sido creadas con anterioridad. Es el caso de la cultura egipcia, maya o incluso grecorromana. Pero la egipcia fue incluso un paso más allá, concibiendo dioses enanos.

Los textos egipcios que hablan sobre el tema son casi inexistentes. Además, no son papiros médicos que hablen del enanismo como una patología, sino textos literarios que los mencionan como un habitante más de la tierra. Por otro lado, los restos humanos son muy escasos como para poder sacar conclusión alguna sobre su papel en la sociedad. La fuente egipcia por antonomasia para poder estudiar esta patología es la representación iconográfica, aunque esto conlleva también diferentes problemas. El principal es que no se puede estudiar el tipo de enanismo concreto que representa el artista. 

En las fuentes escritas aparecen tres palabras que se refieren a un enano: nmw, hw y dng. El término nmw es el que se traduce como “enano” y lo acompaña una imagen de un hombre con tronco largo y con extremidades cortas. La única fuente escrita en la que se encuentra este término es en un hechizo o conjuro mágico del Reino Nuevo. Una divinidad fue invocada para advertir del peligro de fuego y se le dio la forma de un enano: “¡Oh tú, nmw del cielo! Tú, cuya cara es grande, cuya espalda es larga y cuyas piernas son cortas”. La palabra hw, describe las cortas piernas de un enano y en otro hechizo del Reino Nuevo se designa como enano. Por tanto, hay mucha similitud entre estos términos. Sin embargo, el término dng se asocia con la imagen de una persona con extremidades cortas, pero refiriéndose a un pigmeo. Esto se puede comprobar en una carta que el rey Pepi II envió a Harkhuf, gobernador del Alto Egipto que había liderado una expedición al país de Yam en Sudán y había traído consigo un pequeño hombre: “Dices en esta, tu carta, que has traído todo tipo de productos buenos y grandes, que Hathor, señora de Imau, ha dado para el ka de Nerferkare que vive para siempre. Has dicho que también en esta, tu carta, que has traído a un dng para las danzas del dios del país de los habitantes del Horizonte, igual al dng que el representante del Dios Baurdjed trajo de Punt en tiempos del rey Isesi”.

PERIODO PREDINÁSTICO Y DINÁSTICO TEMPRANO

Figurilla de marfil hallada en Naqqada | Foto: Wikimedia Commons

Hablamos de ese periodo en el que el Alto y Bajo Egipto aún no habían sido unificados. En cuanto a los enanos, las primeras representaciones de figuras desproporcionadas enanas son pequeñas figuras de marfil halladas en el Periodo Predinástico. Se encontraron en Deir-el-Ballas y en Naqqada en el Alto Egipto, muy cerca de lo que posteriormente serían las ciudades de Tebas, Luxor y Karnak. Las figurillas están de pie y desnudos. Pueden llamarnos la atención sus piernas cortas y torcidas. En esta parte parecen verse deformidades. La función de estas estatuillas no se sabe con seguridad. Autores como Barnett sugieren que podría tratarse de los sirvientes favoritos del difunto. Dasen sugiere que podrían ser idolillos o pequeños dioses que ya asocian enanismo con protección y fertilidad. En Hieracompólis se hallaron también otras tres figuras de mujeres enanas del Dinástico Temprano con unas características similares a esta figurilla, pero con faldas largas y pelucas largas.

Figura enana de marfil hallada en Hiéracompolis | Foto: Smithsonian Magazine

Si hablamos del Dinástico Temprano, más allá del 3.100 a.C., también podemos apreciar una figura acondroplásica en esta estela del cementerio del Rey Semerjet de la I Dinastía que recogió William Flinders Petrie.

REINO ANTIGUO

En el Reino Antiguo (2575-2134 a.C.), más de quince tumbas representan personas de estatura baja en diferentes actos. La tumba de Mereruka y la tumba de Wepemnefer son dos lugares donde aparecen figuras acondroplásicas. Además, podemos observar que están realizando acciones de artesanía en la imagen de arriba y joyería en la imagen de abajo. En la imagen de abajo, gracias a la escritura jeroglífica podemos seguir la conversación de los personajes sentados en el suelo. El de la izquierda dice: “¡Date prisa con este collar, debe ser terminado!”, a lo que el de la derecha le responde: “Así como Ptah te ama, que yo lo terminaré hoy”. Esto es muy importante, ya que a través de este jeroglífico y esta representación iconográfica, el egiptólogo Pierre Montetvincula a los enanos con el dios Ptah, creador del mundo y artesano por excelencia.

Representación de Seneb y su familia | Foto: Amigos de la Egiptología

En esta VI Dinastía debemos hablar también de Seneb, un enano que fue alto funcionario. Hay una representación que lo muestra junto a su mujer, de estatura normal mientras que dos de sus tres hijos se encuentran en la parte frontal bajo sus pies y no parece que hayan heredado la acondroplasia de su padre.

 

REINO MEDIO Y REINO NUEVO

En el Reino Medio disminuyen visiblemente las representaciones de enanos humanos, pero aparecen divinidades enanas que se relacionan con la fertilidad y la protección de las mujeres embarazadas y los niños recién nacidos. Sabemos esto porque en su representación aparecen desnudas, con los vientres abultados y adornos corporales (cinturones, colgantes…) En el Reino Nuevo, los idolillos terminan casi desapareciendo mientras que la representación de los dioses enanos aumenta hasta la época ptolemaica, donde la representación de estos enanos es muy común.

Dios Bes en el Templo de Dendera | Foto: wikipedia

Los dioses de los que hablamos son Bes y Ptah, aunque Heródoto lo denominaba Ptah-Patecos. Ptah era el dios de los artesanos. Bien, desde el Reino Nuevo se le ha representado como un enano en amuletos para proteger a los niños de las influencias demoníacas. A Ptah-Patecos se le representa como un dios enano con barriga hinchada y una nariz abotonada y a menudo calvo. Algunos autores comentan que esto podría hacerse para asimilarse a un feto, aunque otros dicen que podría representar la juventud y la edad anciana a la vez, pues se trata del dios creador. Por su parte, la figura del dios Bes nace en el Reino Medio, aunque con mucha probabilidad podía haber surgido con anterioridad. En el Reino Nuevo y en el Periodo Tardío Bes resulta ser un dios extremadamente popular. Con la misma función que Ptah, los amuletos de Bes protegen del peligro y velan por la fecundidad y la sexualidad de las mujeres. 

FUENTES: 

•HERÓDOTO, Libro III, capítulo 37.
•PETRIE, W.M.F., The Royal Tombs of the First Dynasty. Londres, Offices of The Egypt Exploration Fund, 1900, vol. I.
•DASEN, V. “Dwarfism in Egypt and Classical Antiquity: Iconography and Medical History”. Medical History, nº32, 1988, pp.253-276.
•ATERMAN, K. From Horus the Child to Hephaestus Who Limps: A Romp Through History. Canadá: Wiley-Liss, 1988.
•HECHT, F. “Bes, Aesop and Morgante: reflections of achondroplasia”, Clinical Genetics, 37: 279-282, 1.990. Arizona, USA.
•GÓMEZ LUCAS, D. “Bes, Ptah y Ptah-Pateco”, Huelva Arqueológica, nº20, 2004, pp. 127-148. 
•ARROYO DE LA FUENTE, A. “Evolución iconográfica y significado del dios Bes en los templos ptolemaicos”. Espacio Tiempo y Forma. Serie II, Historia Antigua, 2007, no 19.
•REGNÁULT, F. “Le Dieu Egyptien Bès était myxœdémateux ». Paris, Bulletins et Mémoires de la Société d’Anthropologie de Paris, 1897, nº8, pp. 434-439.
•KEIMER, L., « Un Bes tatoue? ». París, ASAE, 1943, nº42, pp. 159-161.
•MONTET, P. « Ptah Pateque et les orfèvres ». Paris, Revue Archeològique, nº40, p.6.