No todo van a ser repartos joviales de juguetes a todos los niños del mundo entrando de forma subrepticia por chimeneas y ventanas. No. No todos son San Nicolás, Papa Noel, Santa, o los Tres Reyes Magos. Hay alguna tradición europea que, lejos de desear que llegue, se espera que no aparezca… Me refiero al Krampus, ese extraño y terrorífico ser que se lleva a los niños en su cesta y… nunca más se sabe de ellos. Sí. Los monstruos existen también en Navidad.

San Nicolás y Krampus. Wikipedia (PD)

 

En el acervo cultural centroeuropeo (en zonas de cultura germánica) se conocen algunos de estos monstruos como “compañeros” de San Nicolás, como una suerte de “reverso” del benevolente San Nicolás, al que acompañan para “desenmascarar” a los niños malvados. Esto demuestra que San Nicolás no disponía de la sabiduría de su sucesor, Papa Noel, ni de la clarividencia de los Tres Reyes Magos de la tradición cristiana, para averiguar a qué niños había que dejar carbón en sus calcetines y zapatos. San Nicolás necesitaba de “asesores” agresivos para averiguarlo.

Estos seres no solo amenazaban a los infantes díscolos, sino que iban más allá… podían llegar a secuestrarlos, hacerlos desaparecer, vaciarles las vísceras y hasta comérselos. Unos “angelitos”.  Jacob Grimm (1785-1863) relaciona estos personajes con antiguos seres o espíritus del hogar (trasgos, elfos), que no tenían por qué ser solo malévolos, pero que la posterior cristianización les transformó en demoníacos, quizá para ensalzar la benevolencia de San Nicolás y propiciar el cambio religioso. Los San Nicolás dadivosos y repartidores de regalos están relacionados también con otros personajes del folclore inglés y escandinavo y, de forma remota, con el moderno “duende de la Navidad” norteamericano.

Ilustración de 1900. Wikipedia (PD).

 

El principal acompañante de San Nicolás es Zwarte Piet, o Pedro el Negro, figura muy controvertida últimamente por las protestas de algunos grupos que lo acusan de discriminación. Recientemente el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha pedido al gobierno holandés que sustituya esta figura por otra que no suponga “una representación del estereotipo del esclavo“.  Pero entre sus compañeros “maléficos” pueden encontrarse personajes masculinos y femeninos similares bajo distintos nombres, como Knecht Ruprecht (folclore alemán), Klaubauf (Baviera), Hanstrapp (Alsacia), Le Père Fouettard (Valonia), Fraw Perchta (Suiza), La Befana (Italia) o Belsnickel (región del Palatinado) quien, curiosamente, es muy conocido en el estado norteamericano de Pensilvania por la influencia de alemanes y holandeses en esta región.

Pero el más maléfico de todos es, sin duda, el Krampus, conocido en regiones de Austria, Baviera, Croacia, Eslovenia, Hungría, etc. Es un ser demoníaco en apariencia, cornudo, con cuerpo negruzco y peludo, mirada aterradora, patas de fauno, rabo y una larga y característica lengua roja. El Krampus llega a los hogares centroeuropeos la noche del 5 de diciembre y durante dos semanas merodea por las casas buscando a niños díscolos a los que castigar. Se los llevará en su saco (en algunas representaciones es un cesto que lleva a su espalda) y desaparecerán para siempre...

Disfraz moderno de Krampus (Pixabay).

 

Pero no hay que alarmarse. En Austria se ha convertido en una celebración festiva más, con la costumbre de disfrazarse de Krampus y recorrer las calles con cadenas para “asustar” a los niños, y hasta se premia el mejor disfraz. En realidad es una de las tradiciones centroeuropeas para inaugurar el ciclo Navideño. 

Fuentes:

-"Los Monstruos de la Navidad" en HELICON

-"The Krampus and the Old, Dark Christmas: Roots and Rebirth of the Folkloric Devil" (2016) de Al Ridenour.

-Imagen de cabecera: Krampus.