Cayetano Triviño nació en el municipio granadino de Aldeire el 31 de diciembre de 1829. A los diez años de edad, su familia se traslada a vivir a Granada, donde años más tarde consiguió el título de ministrante o ayudante de médico expedido por la facultad de Medicina de la ciudad, ya que por diversos motivos económicos no le fue posible estudiar la carrera de medicina.

Panorámica de Aldeire (Granada) Fuente: Aldeire

Sus inicios profesionales se desarrollan en el municipio malagueño de Colmenar. Posteriormente, trabajó como psicólogo en Málaga hasta que en 1860 obtuvo el equivalente a la titulación de tocólogo y la de dentista. 

Fue condecorado y se le entregó un premio de 4.000 reales gracias a su buen hacer como profesional durante la epidemia de cólera desatada en la ciudad de Málaga. Dicho dinero le sirvió para establecerse como dentista, consiguiendo poco a poco fama y renombre. En el año 1866 se traslada a la capital de España para trabajar como odontólogo en el círculo de la alta sociedad madrileña.

Compaginó su trabajo con la lucha por conseguir regular legalmente la enseñanza y el ejercicio de la odontología. En 1873 fundó el Colegio Español de Cirujanos Dentistas, institución de carácter privado parecida a la que ya existía por aquel momento en Estados Unidos.

El Colegio contaba con una clínica que, además de proporcionar conocimientos prácticos a los alumnos, estos practicaban extracciones, empastes, orificaciones y toda clase de piezas artificiales además de prestar atención clínica a todos los pobres que acreditaran serlo.

En este Colegio se celebraría el primer Congreso Internacional de Odontología, inaugurado por él mismo y en el que se leyó una “Memoria histórico-profesional” sobre los antecedentes del arte dental.

En 1875 consiguió que se validase el título de cirujano dentista por el Consejo de Instrucción Pública. De esta manera, logró que los títulos de doctor en medicina y cirugía dental expedidos por el Colegio tuvieran carácter oficial. El 28 de mayo de 1876, el Ministerio de la Gobernación lo nombró Inspector General de la profesión en España. Entre sus méritos también está la creación del primer depósito dental en España.

En cuanto a la utilización de la anestesia en la odontología, introdujo de nuevo el óxido nitroso gracias a sus conocimientos prácticos en cirugía, por lo que se apoyaba en un dispositivo para la inhalación del gas que le suministraba una máquina generadora.

La intensa labor desarrollada a lo largo de su vida por alcanzar la regulación de su profesión estuvo fundamentada en una gran labor investigadora. Sus aportaciones científicas se publicaron en la Revista Odontálgica, fundada por él mismo en 1872 y dirigida hasta 1886.

Entre sus obras de mayor relevancia destaca la titulada: «El cirujano Dentista», publicada en 1873, dos tomos que recogen todo lo conocido sobre odontología hasta ese momento.

Portada del libro: El cirujano dentista.

Cuatro años más tarde publicó el «Vademécum del aspirante a Cirujano-Dentista». En 1877 editó un librito de divulgación titulado «Higiene de la Boca», en el cual adjudicaba a las madres la tarea de vigilar la limpieza de la dentadura de sus hijos.

Cayetano se casó alrededor del año 1854 con Alfonsa Fernández de Silva, con la que tuvo nada menos que 24 hijos. A consecuencia de una enfermedad, se vio obligado a abandonar su profesión en 1895. Cuatro años más tarde terminaría falleciendo en la capital de España a los 70 años de edad.

Fuentes:

González, J. Cirujanos dentistas y odontólogos. Yeltes, 2001.

González, J. Historia de la Odontoestomatología. Avances, 1994.

Sanz, J. Historia General de la Odontología Española. Barcelona. Masson, 1998.

Sanz, J. Historia del periodismo odontológico español. Revista Odontológica. Maxillaris, 2001.

Sanz, J. Diccionario Histórico de Dentistas Españoles. Acción Médica. 2001.

Valero, D. El Cirujano Dentista. 2 vols. Madrid, 1873.

Velasco, R. Vademecum del aspirante a Cirujano Dentista. Madrid, 1877.