Isabel Díaz Rosado es actualmente la directora creativa de la marca “IS DÍAZ ROSADO” de la que se hablará a continuación y también es profesora de la asignatura “ecodiseño y sostenibilidad” en ESSDM (Escuela Superior Sevilla de Moda).
La industria de la moda mueve 2,5 billones de dólares al año en el mundo. Sin embargo, una corriente dispuesta a cambiar números por valores inspira y enamora a sus clientes volviéndose cada vez más rentable. Se trata de la moda sostenible.
La palabra sostenibilidad, que viene de sostener, no es más que sujetar, soportar, equilibrar fuerzas. De esto trata la sostenibilidad, de mantener el equilibrio de un sistema. En este caso, satisfacer las necesidades del presente, haciendo moda pero teniendo en cuenta las generaciones futuras, de manera que todo el proceso sea sostenible y suficiente.
Comparándola con la moda convencional es más cara, ya que el cliente que busca un producto sostenible sabe valorar el trabajo que supone. En la moda convencional; por lo general, no se es consciente de todo el esfuerzo que conlleva hacer una prenda de ropa, llega un punto que se presume de obtener las mejores ofertas.
Isabel, cree que hay que bajar las cantidades de consumo masivo, dar mejores sueldos a los trabajadores para que la economía de la sostenibilidad sea una economía circular, no lineal. Definitivamente, que no exista esa diferencia entre ricos, pobres o de mediano nivel.
Lo que inspiró a la protagonista de este artículo a crear un proyecto de moda sostenible fue el querer salir de lo convencional y tener la ambición de querer aportar algo más. Por otra parte, le viene de su admiración a la naturaleza, al darse cuenta de que en la web en la que se encontraba trabajando, sus anteriores colecciones estaban utilizando, como punto inspiracional la naturaleza.
La asignatura que imparte en la escuela de moda de Sevilla también le inspiró ya que intenta crear cierta responsabilidad social en sus alumnos, como resultado consigue que tomen conciencia de la situación y adquieran una responsabilidad social e individual. Isabel llegó a la conclusión que tenía que poner en su marca lo que transmitía en sus clases y a raíz de todo esto, apostó por un proyecto así.
Pero por muy claro que parezca, también existen problemas y es que a día de hoy, es improbable que un producto sea cien por cien sostenible. Siempre se tiene que estudiar minuciosamente y ofrecer prendas que se garantice su procedencia. Añadir que lo que cuesta también es elegir los proveedores que busquen certificaciones ecológicas.
Por último, Isabel Díaz contó algunos hábitos como puede ser reducir, por ejemplo, el plástico en los supermercados, que es más importante que reciclar, reusar y reutilizar. Sentirse satisfecho consumiendo únicamente lo que se necesite aunque de vez en cuando se permita algún capricho y sobre todo comprando en “pequeños comercios”, debido a que se siente identificada con ellos y a la vez satisfecha porque de esa manera revaloriza el producto.
Este directo, puede ayudar a tener una mayor responsabilidad social e individual, sobre lo que compramos y a aportar esa labor en el sector de la moda. Finalmente terminó recalcando que no se trata de moda sostenible, si no que es un estilo de vida que tiene que ser inculcado anteriormente a través de la educación y el conocimiento sobre el tema.