La firma estadounidense Thinx acababa de vivir en primera persona el claro ejemplo de que en pleno siglo XXI, el tema de la menstruación sigue siendo tabú. Cuando el sistema de transporte público de Nueva York rechazó sus anuncios por la aparición de la palabra "periodo", se dieron cuenta de que no es sólo un problema en los países subdesarrollados sino que también lo sigue siendo real en el primer mundo.
La campaña fue criticada por "enseñar demasiada piel" y porque se pensó que no era idónea para que apareciera en el transporte público. Las fotos sin embargo muestran a mujeres en ropa interior en posturas incómodas, junto a elementos como un huevo crudo que aluden de forma irónica al malestar físico y emocional que provoca la menstruación. Outfront, la compañía responsable de ceder los espacios públicos para publicidad en el metro neoyorquino, aseguró que esta censura "no debía ser tomada como un problema hacia las mujeres".
El sistema de transporte público de NY, rechazó el anuncio por la palabra "periodo"
El secreto de la ropa interior de la marca está en un tejido a prueba de fugas, una tecnología patentada para la tela con la que se fabrican sus tangas, braguitas y culottes que impide filtraciones y manchas, evita la sensación de humedad y contiene un tratamiento antimicrobiano. Sustituyen completamente a los tampones y las compresas en los días de flujo medio y ligero.
Thinx, pionera en la confección de ropa interior diseñada para los días de regla, dió su salto al mercado hace apenas dos años y desde entonces, no ha estado libre de críticas por adoptar como filosofía de marca "luchar contra la doble moral sexista hasta conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres" según palabras de una de sus fundadoras. Pues la firma volvió a estar situada en el ojo del huracán después de hacer un anuncio en el que un joven transexual explicaba como era para él la regla.
Siempre el lado malo ocultando el bueno. Y es que las numerosas controversias han ido dejando en un segundo plano la buena obra que hace la marca por los más desfavorecidos. Thinx colabora con una organización que ellos mismos han creado y que recibe el nombre de "AfriPads".
Su objetivo, es que con la compra de cada producto Thinx, ayudan a una mujer en Uganda, donde cien millones de chicas se quedan atrás en el curso escolar cuando les viene el periodo provocando esto el abandono. AfriPads cuenta con ciento trienta empleadas que trabajan en el proyecto de la fabricación de compresas reusables. Así, cada joven de Uganda puede acceder a su compra sin tener que abandonar sus colegios cada vez que tienen el periodo.
