La escritora de 67 años es conocida mundialmente por sus relatos que conjugan de una manera única y personal periodismo y literatura para trasladar al lector al desastre nuclear de Chernóbil, la vida en distintas etapas de la URSS o en la situación de los ahbitantes en plena guerrra de Afganistán. Su estilo es desaparecer como narradora y dejar que lso protagonsitas cuenten su historia.
Las voces humanas hablan por sí mismas
Sin embargo, sus trabajos más aclamados son íntegramente periodísticos: un conjunto de entrevistas a los personajes más relevantes en el panorama de la Unión Soviética y la era post-soviética. Durante la época de la URSS fue tachada de pacifista y de no representar al giagante socialista con la suficiente heroicidad. Según dice ella misma eligió el periodismo pues "es un género donde las voces humanas hablan por sí mismas"
"Su obra polifónica que hace un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo"
Según la Academia recibe el premio debido: "su obra polifónica que hace un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo", enfatizando así su labor de comunicadora de la realidad y posicionándose en contra de honrar la época soviética. Su nombre era barajado desde hace años como una de las favoritas.
En España esta autora es bastante desconocida y ahora mismo solo está traducido al español su libro más conocido Voces de Chernóbil: Narración desde las perspectiva de las personas que presenciaron en el desastre nuclear en la planta de Chernóbil el 26 de abril de 1986. Por sus páginas transitan bomberos, vecinos, políticos y aquellos famosos liquidadores, auténticos héroes que se envenenaron la sangre construyendo sin apneas protección el colosal sarcófago que debía contner la peligrosa radiación
No obstante, el próximo noviembre la editorial Debate publicará su segunda gran obra, La guerra no tiene rostro de mujer, su primer libro publciado en 1985 que se compone de entrevistas a cientos de mujeres que participaron en la Segunda Guerra Mundial, cómo vivieron el fin la Unión Soviética cuando los alemanes volvieron hacia el oeste y se acabó el cerco contado desde un punto de vista hogareño y familiar.
Además, el año que se podrá disfrutar en español de otras de sus míticas obras como Los chicos de latón: que narró por primera vez (en 1992) la guerra de Afganistán y la tragedia que supuso para Rusia. Como siempre retransmite la hisotria a través de la voz de los veteranos de los combates, las madres, personalidades que estaban al mando de las operaciones, etc. o Los últimos testigos donde el lector puede ponerse en la piel de los huérfanos de la Segunda Guerra Mundial.
