Malagueña de nacimiento, mediadora familiar por convicción, actriz por pasión y escritora por vocación. Así es Regina Roman, quien se trasladó ayer hasta la Fnac Callao de Madrid con motivo del V Encuentro Yo leo RA para presentar su nuevo libro: Loca de amor.
La novela de Regina se desarrolla en los Castillos del Loira, aquellos que jamás ha visto en persona
La escritora, que se define como “un poco neurótica e histérica”, podría tener bastantes puntos en común con la protagonista de su nueva novela. De hecho, Mirella Fiestas es una abogada que, tras resolver con éxito un complicado pleito, cuelga la toga para convertirse en guía turística de la ruta por los Castillos del Loira. “Para bien o para mal, Loca de amor es el libro más yo de los publicados hasta la fecha”, reconoció la malagueña tras asegurar que en él encontramos “un poquito de todo”: erotismo, misterio, suspense, asesinatos… y mucho humor.
De igual modo, Regina promete grandes giros, acontecimientos inesperados, una bonita historia de amor y lo que ella llama “temas tabú y morbosos”, aquellos que “no van a dejar de existir pese a que nos neguemos a hablar de ellos” y que, por tanto, opta por abordar con mucho humor y “desdramatizando”.
Roman emprendió una gran labor de documentación sobre esta zona de la geografía francesa
La novelista reconoció que jamás ha pisado los castillos en los que se localiza esta obra. No obstante, su padre es original de Alsacia, la zona le encanta y un gran aliado como internet ha hecho posible que se sumerja en ellos. Ordenador en mano, Regina emprendió una ardua labor de documentación: Google Earth, Street View y los touroperadores fueron todos sus recursos. Ahora, según dice, puede recomendar incluso algunos de los mejores restaurantes de esa zona de la geografía francesa. Además, descubrir que figuras históricas como Juana de Arco o Leonardo Da Vinci guardan alguna relación con el lugar fue algo que dio mucho juego a su novela; “unos regalazos”, según sus palabras.
La andaluza no perdió el tiempo y decidió crear, si cabía, aún más expectación con Gilda, aquel personaje “estrambótico pero muy especial y tierno” que ya estaba presente en Un féretro en el tocador de señoras y del que nadie que haya leído sus libros ha revelado jamás su identidad. “Es algo que tengo que agradecer a mis lectores”, apuntó complacida.
Sobre el amor, comentó que creía en los flechazos a primera vista pero que también le apasiona la “tensión sexual no resuelta”, esa que intenta introducir en sus novelas para mantener la curiosidad del lector hasta el final; “me parece un ingrediente fundamental”.
Se mostró orgullosa del lugar que ocupan hoy los autores del género romántico
En lo que respecta al género, “lo mejor es la variedad tan grande de formas con las que narrar en romántica; podemos crear desde una novela contemporánea a una medieval”, dijo la autora de Loca de amor tras realzar la figura de los escritores de RA españoles, aquellos que han acabado con ese antiguo sentimiento de vergüenza que llevaba a muchos a forrar las tapaderas de los libros que leían. Además, Regina se mostró satisfecha de la novela romántica, “la gran envidia de autores de otros géneros por la unión tan estrecha entre escritores y lectores, así como por la cantidad de eventos que organizamos”.
¿Qué le pide a cualquier libro que cae en sus manos? La malagueña lo tiene claro: “Que me haga sentir algo. Reír, llorar, emocionarme… No importa. Si de repente me entran ganas de matar a un personaje, ya me está haciendo sentir cosas. Y eso no es nada fácil.”