Doce meses. 365 días. 59 semanas que dan para mucho, y más en un mundo como el de la moda, en el que cada minuto se exprime al máximo y en el que un segundo puede cambiarlo todo. Y si no, que se lo digan a Diane Von Fustenberg. 2014 prometía traernos grandes cosas. Y ya sea para bien o para mal, no ha defraudado. Porque este año ha sido, ante todo, el año de la polémica.
Enero: Los Globos de Oro, la primera alfombra roja
Ya desde el minuto uno, en enero se estrenó en Francia el biopic sobre Yves Saint Laurent dirigido por Jalil Lespert. Y llegó la polémica por el posible estreno de otra película sobre el joven diseñador, en este caso dirigida por Bertrant Bonello, y que no contaba con el visto bueno de la archiconocida pareja del desaparecido genio, Pierre Bergé. En enero el surrealismo de Schiapirelli volvió a nuestras vidas de la mano de Marco Zanini, al tiempo que veíamos como Marc Jacobs fichaba a la controvertida Miley Cyrus para su nueva campaña, en la que aparecía mucho más recatada de lo que nos tiene acostumbrados. Ha sido el año de Jottie Moss, hermana de la incuestionable reina del mundo de la moda, Kate Moss, que se muestra dispuesta a arrebatarle la corona. Y asistimos, cómo no a la primera alfombra roja del año: los Globos de Oro, con sus aciertos y sus desaciertos.
Febrero, el mes de las pasarelas
Febrero, conocido por ser el mes de la pasarela, nos invitó a reírnos de todo, a dejar excentricidades a un lado y, como ya nos dieron a entender los diseñadores en la temporada pasar, a sustituir los stilettos por las deportivas. Porque sí, ha sido el año del chándal. Y todo lo que lleve la etiqueta de ‘comodidad’ ha triunfado. Jeremy Scott se estrenó como director creativo de Moschino con una oda a la cultura de masas. Febrero fue también el mes de los Goya, en los que, como –casi – siempre, Blanca Suárez se llevó las mejores críticas.
Marzo: L'Wren Scott, los Oscar y los escotes
La alfombra roja de los Goya sirvió como aperitivo para el plato principal que las fashionistas de todo esperan con hambre canina y devoran con avidez: los Oscar. Y si en los Globos de Oro Lupita Nyong'o ya nos había dejado gratamente sorprendidos, aquel vestido azul con el que se presentó en el Kodak Theatre nos dejó a todos con la boca abierta. Y nuevamente llegó la polémica, en este caso por el escote. Porque sí, este año también ha sido el año de los escotes. Y Amy Adams en ‘La gran estafa americana’ tuvo buena culpa de ello. Marzo nos descubrió la amistad entre Kate Moss y Cara Delevigne, y también nos trajo a la pequeña Thylane Blondeau, que generó más controversia, en este caso por ser ‘la niña modelo más guapa del mundo’. En marzo el fotógrafo Mario Testino destapó en Instagram su serie towels, y L’Wren Scott nos dijo adiós de sopetón. Y es que a la diseñadora se suicidó con una bufanda en su lujoso piso de Manhattan, al parecer ser, por los graves problemas financieros que tenía.
Abril: Bar Rafaeli contra Israel. Peaches Geldof nos deja
Abril no trajo mejores noticias. A sus 25 años, la presentadora e ‘it girl’ Peaches Geldof fue hallada muerta por una sobredosis de heroína en su casa, en el Reino Unido. Este mes, el debate llegó de la mano de la campaña de Bar Rafaeli para la marca de calzoncillos Hoodies, que fue vetada en Israel, tierra natal de la modelo, por contener “demasiadas insinuaciones sexuales”. En abril, la compañía británica Marks & Spencer confesó que planeaba volver a abrir tiendas en Madrid y Barcelona, tras haber abandonado España en 2001.
Mayo y las inauguraciones
Mayo fue el mes de las inauguraciones. A principios de mes, Michelle Obama y Anna Wintour inauguraban el ‘Anna Wintour Costume Center’, lo que hasta ahora había sido el ‘Costume Institute’ del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, en recompensa por la gran ayuda que la periodista ha prestado a la institución. Zara también inauguró en San Sebastián su tienda más grande de España. En mayo, Ronaldo e Irina se abrazaban en la portada de Vogue, mientras todos nos preguntábamos por qué él estaba desnudo y ella vestida. Bimba Bosé nos anunció por sorpresa que tenía cáncer de mama, dejando a toda España estupefacta.
Junio: los tocados, las toallas y las demandas
En junio Mario Testino recibió en Madrid y de la mano de Vogue un premio en reconocimiento a toda su carrera, y Ascot volvió a llenarse de tocados surrealistas. Junio fue el mes de las demandas: Terry Richardson fue acusado de abusar sexualmente de sus modelos y Balenciaga se querelló contra Ghésquiere por haber dañado su imagen. Y, en todo este jaleo, Donna Karan lanzaba una colección que cumplía con el recato propio del Ramadán, avivando el tradicional conflicto sobre si el uso del burka oprime a las mujeres o si las libera.
Julio: Andreja Peijic, la Alta Costura y las camisas de Cristiano Ronaldo
En julio, el diseñador Francis Montesinos era demandado por supuestos abusos a menores, y el hasta ahora modelo andrógino Andrej Peijic nos mostraba su nuevo aspecto tras haberse cambiado de sexo, saludando al mundo como Andreja Peijic. Entre los mágicos desfiles de Alta Costura de Schiapirelli y Valentino, Cristiano Ronaldo presentaba una colección de camisas. Y el Steven Meisel nos anunciaba una de las protagonistas del calendario Pirelli: Candice Huffine. Sí, una modelo de tallas grandes. Porque 2014 ha sido el año de la reivindicación.
Agosto: Adiós a Manuel Pertegaz
En agosto Conchita Wurst era la novia gótica que cerraba el desfile de alta costura de Jean Paul Gautier, al tiempo que la Miss España Patricia Yurena hacía pública su homosexualidad en Instagram, mostrando un coraje bárbaro al hacer público el amor que siente por su novia, la cantante Vanesa Klein. En agosto murió Manuel Pertegaz a los 96 años, uno de los mayores genios que ha dado la moda española, dejando como legado el vestido de la reina Letizia.
Septiembre: Dolce ama a Gabanna
El nuevo curso nos traía las nuevas propuestas de las semanas de la moda, en las que el ‘normcore’ o la idea de vestir normal y sin excentricidades quedó, aún si cabe, más afianzada. La sexagésima edición de la semana de la moda madrileña vino llena de sorpresas: Duyos subió a la pasarela al Ballet Nacional de España, Maya Hansen volvió a la pasarela con su colección ‘Birth’, y Pepa Salazar nos enseñaba diseños con los que todas desearíamos bailar bajo la lluvia. Aunque ya se había estrenado en enero en los cines franceses, hasta septiembre no pudimos disfrutar del biopic de Yves Saint Laurent. Dolce le confesó a Gabanna su amor con una tierna carta y Victoria Beckham hizo realidad uno de sus mayores sueños al abrir su primera boutique en Londres.
Octubre: dos funerales y una boda
En octubre la felicidad de Dolce y Gabanna volvió a ser noticia, esta vez tras haber quedado absueltos por un supuesto delito de evasión fiscal. Givenchy inauguró una retrospectiva sobre toda su carrera en el museo Thyssen. Asistimos a una boda, la del hasta la fecha soltero de oro George Clooney con la abogada Amal Alamuddin, y a dos funerales: el del diseñador Óscar de la Renta y el del fotoperiodista David Armstrong.
Noviembre y las tallas grandes
En noviembre asistimos al punto clave de una revolución que acaba de comenzar: junto al debate que generaron las nalgas de Kim Kardashian en la portada de la revista Paper, fotografiadas por Jean Paul Goude, las mujeres de todo el mundo celebraban que el sujetador cumplía un siglo de vida (y lo que le queda). Calvin Klein nos volvió a demostrar que poca idea tiene del concepto de ‘talla grande’, al fotografiar a una hermosa modelo de la talla 42 en su campaña publicitaria y mostrarla como si de algo extraño se tratase. La modelo Lea T siguió rompiendo moldes al reconocer ser transexual, y Marco Zainini abandonó Schiapirelli tras permanecer un año en la casa, aunque sin decir el por qué.
Diciembre: una segunda oportunidad
Sita Murt nos dejaba en diciembre, en un año en el que se han ido gran parte de los más grandes diseñadores que nos quedaban. Mientras que los ángeles de Victoria’s Secret desfilaban un año más entre los compases de los artistas que más han sonado este año, el calendario Pirelli más sexi por fin veía la luz. Y, al final, Maison Martin Margiela concedió a John Galliano una segunda oportunidad, que no tendrán los modelos Christopher Wetmare y Jack DeNormandie, encarcelados, curiosamente no por consumo de drogas, sino por traficar con cocaína y LSD.
Doce meses que prometían cambios y que han cumplido su promesa. Y doce meses venideros que prometen más cambios, y más reivindicaciones. Esperemos que también cumplan.