El corsé: la ‘nueva’ moda entre las famosas
Kim Kardashian ha reconocido estar 'obsesionada' con su corsé. Foto: Instagram

El corsé. Esa prenda que Coco Chanel se empeñó en arrastrar fuera de nuestros armarios cuando llevábamos siglos usándolo – y que tantas alabanzas se llevó por ello – ha vuelto. Y su regreso ha venido de la mano de la jet set.

Las hermanas Kardashian han sido las últimas en apuntarse a esta peligrosa moda del ‘tightlacing’ o ‘corsé de entrenamiento’, que consiste básicamente en llevar un corsé durante unas 22 o 23 horas al día para lograr ‘una cintura de avispa’. Esta necesidad por tener una cintura estrecha no es nueva, ni mucho menos. Está basado en los cánones de mujer perfecta del Renacimiento, que debía de tener, entre otros atributos, las mejillas sonrosadas, el cabello largo, los ojos grandes y la cintura estrecha y marcada. Este es el ideal de belleza que permaneció en nuestra sociedad hasta el siglo XX, cuando la aparición de los movimientos feministas puso sobre la mesa las múltiples restricciones a las que las mujeres llevaban siglos estando sometidas. En 1920 la mujer pudo, al fin verse libre de esos corsés que no solamente eran incómodos, sino también peligrosos para su salud.

Pero, por mucho que la ciencia haya avanzado, los peligros del uso continuado del corsé siguen manteniéndose. Ya en 1908 el médico francés Ludovic O’Followell concluyó que el corsé comprimía el abdomen, estrechando las costillas inferiores, lo que causaba muchas dificultades para respirar y aplastando algunos órganos contra la espina dorsal. De ahí que muchas de las famosas de hoy en día aseguren que reduce el hambre y, por tanto, ayuda a adelgazar.

Pero aquí no acaba todo. A la larga el corsé puede provocar el desplazamiento de otros órganos como la vejiga o el útero, que puede ser empujado dentro de la vagina causando dolor, problemas menstruales, infertilidad abortos o incluso la muerte. Junto con la congestión venosa, que incrementa el riesgo de sufrir una embolia pulmonar, también ocasiona deformaciones tanto musculares como de la espina dorsal. Dichas deformaciones pueden volverse crónicas y llegar un punto en el que, como les ocurría a muchas mujeres en la antigüedad, no se puede andar sin llevar el corsé puesto.

Las deformaciones causadas por el corsé pueden volverse crónicas, hasta el punto de que, como les ocurría a muchas mujeres en la antigüedad, resulta imposible andar sin llevarlo puesto.

Dibujos como Jessica Rabbit de la película ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? o la superheroína Storm de Marvel han inspirado a mujeres como Penny Brown, ‘la Jessica Rabbit humana' o a la modelo Kelly Lee Dekay, quien asegura que de pequeña era una niña tímida y que gracias a estos personajes logró superar sus problemas. Con tan solo 27 años, y tras haber llevado el corsé durante siete, Kelly presume de tener una cintura de 40 cm, tan solo dos más de la mujer con la cintura más estrecha del mundo, Cathie Jung.

Es indudable que a toda mujer le gusta lo que un corsé puede significar. Representa lo femenino por antonomasia. ¿Qué hay más nuestro que nuestras curvas? El corsé hace que nos sintamos fuertes y sexis, tanto o más que los tacones. El mundo de la moda lo ha venerado durante toda su historia, y a día de hoy, diseñadoras como Maya Hansen son capaces de reinventarlo temporada tras temporada para que podamos lucirlo con orgullo. Pero nunca debemos de olvidarnos de una cosa: somos de carne y hueso, no dibujos en papel.

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