Siguen los días rojos en el Íbex-35. El índice selectivo de la bolsa española descendió un 3,95 por ciento semanal, arrastrado por una serie de factores internos y externos que han hecho que retroceda hasta niveles de principios de agosto. Los beneficios anuales se sitúan en el 2,36 por ciento y se ha roto la barrera de los 10.200 puntos.
La bolsa española descendió un 3,95 por ciento semanal
Ahora mismo el índice se sitúa en 10.150 puntos. La prima de riesgo se mantiene en mínimos de 118 puntos tras alcanzar el bono español el 2,07 por ciento, con un mínimo semanal del 2,03 por ciento. La paradoja de la estabilidad de la financiación del estado vía mercados de capitales contrasta con la caída de la bolsa y del sector privado.
Abengoa volvió a bajar en más de un 25 por ciento. La compañía energética pidió un crédito para refinanciar su deuda a largo plazo. Además se une que en septiembre alcanzó máximos anuales y muchos de los accionistas que tenían títulos vendieron. Gamesa, con un 13 por ciento y Sacyr, con un 11 por ciento, siguen a Abengoa en la caída. Red Eléctrica, con un ascenso del 0,6 por ciento, fue la compañía que más subió.
Las dudas europeas tampoco ayudan
De nuevo los datos pobres de crecimiento en la zona euro, con el foco centrado en la recesión italiana y el estancamiento francés, además de la poca concreción de las medidas del BCE para comprar activos y revitalizar la economía, no han ayudado a que las empresas en bolsa aumenten su valor. Estas premisas se vieron reforzadas por el discurso de la presidenta del FMI Christine Lagarde, que habló de un crecimiento débil y mediocre de la economía.
