La pasada noche, por los jardines del hotel Formentor merodeaban todo tipo de personalidades españolas del mundo de las letras. Tenían una cita importante: la entrega del Premio Formentor. En un acto patrocinado por los dueños del hotel, la familia Barceló y la familia Buadas, se condecoró a Vila-Matas por su reconocida y distintiva obra literaria.
Autor de obras como el “Bartleby y compañía” o “El mal de Montano” entre otras, el conjunto literario del escritor en el que aboga por el ensayo y la novela, se caracteriza por extrapolar ambos géneros haciendo de sus creaciones obras misceláneas donde ficción y realidad se fusionan hasta desembocar en un mismo punto. No obstante, postula “Hay mucho por hacer. Hay que buscar el negativo en la literatura, no está todo inventado. Y si lo está, está olvidado.”
Vila-Matas es uno de los escritores españoles más reconocidos a nivel internacional. Su obra ha sido traducida a más de 32 idiomas y en países europeos como Francia es considerado uno de los diez escritores más grandes de la literatura extranjera.
El objetivo es galardonar a escritores de gran prestigio internacional
El galardón, creado por Seix Barral e impulsado por Carlos Barral y Camilo José Cela en 1961 y que duró hasta 1967 fue rescatado en 2011 con motivo de su cincuenta aniversario. Desde ese año, autores como Carlos Fuentes (2011), Juan Goytisolo (2012) o Javier María lo han recibido con una dotación de 50.000 euros.
Varias son las casualidades que resaltó ayer el escritor en su discurso. En la primera de ellas, el barcelonés confesó que hacía medio siglo desde la primera vez que visitó ese hotel “Se cumplen 50 años exactos desde el día de 1964 en que visité con mis padres y mis dos hermanas este hotel (el Barceló Formentor) y, al caer la tarde y llegar la hora de irse, en las escalinatas que, escoltadas por cipreses, descienden hasta el mar, inicié un movimiento de resistencia para impedir que dejáramos el lugar”. Por otro lado, Borges, autor que ha marcado su obra literaria también recibió este premio el año de su primera edición.
Otro aspecto que resaltó son sus estrechas relaciones con América Latina, donde el próximo mes realizará una gira para dar a conocer su nuevo libro “Kassel no invita a la lógica”.
“Desde la conciencia de que el mundo no es narrable: “Pero, eso sí, no dejo nunca de relatar. No deseo abandonar la escritura sino todo lo contrario”.