El IPC (Índices de Precio al Consumo) de Japón subió un 1,3 % interanual, confirmando la tendencia de ascenso moderado de los precios por décimo mes consecutivo. Las políticas económicas del primer ministro Abe, conocidas como las tres flechas, tiene como objetivo que este indicador alcance el 2 % (la cifra considerada estándar por la ortodoxia económica para la inflación) durante el año 2015. Este número es el máximo en los últimos cinco años.
El índice subyacente, aquel que elimina los precios de los bienes más volátiles, como los alimentos frescos y los productos energéticos, se eleva al 0,3 %. En el área metropolitana de Tokio los precios a nivel interanual aumentaron un 2,7 %, y un 2% respecto al mes pasado.
Fin de la tendencia deflacionista
Durante los últimos 18 años, la tendencia de los precios en Japón era de descenso. La bajada del consumo interior, debido a varios factores (culturales, de políticas económicas etc.) hizo que las empresas tuvieran que bajar precios para colocar sus productos. Así se produjo también una bajada de los salarios y los costes. Esto sometió a Japón a una espiral negativa de descenso de los precios, salarios y renta disponible.
Las tres flechas de Abe
Japón intentó salir de su crisis (una burbuja inmobiliaria a finales de los 80) aumentando el déficit público y estimulando el gasto, sin embargo, la economía no respondió al estímulo. El primer ministro de Japón Shinzo Abe accedió al poder por segunda vez, y puso en marcha una serie de políticas expansivas muy agresivas llamadas “las tres flechas”, destinadas a estimular la demanda interna, el sector exterior y a hacer más competitivo el yen. Una de las políticas es la puesta en circulación de más masa monetaria para aumentar el consumo interno y así aumentar los precios. Durante los últimos diez meses, el indicador de crecimiento de los precios ha sido positivo, sin embargo, hasta el largo plazo no se verá si las políticas emprendidas por el primer ministro son adecuadas o no.
