En el mundo literario terrenal de Moore hay mucho más de lo que parece a simple vista. Y es que cualquier persona normal y corriente, por muy tranquila, ordinaria o aburrida que sea puede verse involucrada en todo tipo de aventuras de carácter sobrenatural. Por la otra cara de la moneda nadie nace sabiendo y hasta siendo el mismísimo hijo de Dios en ocasiones hay que hacer lo que te ordenan e ir a donde te manden.
Tropezarte una navidad con “El ángel más tonto del mundo” o tener que desempeñar “Un trabajo muy sucio” son cosas que le pueden pasar a cualquiera y lo recomendable es llevarlo con la mejor actitud posible. La vida puede llegar a ser muy aburrida y absurda, las novelas de este autor no son más que “una exageración de la vida misma, con un toque de magia”.
Para Christopher Moore no hay ningún tema tabú, el ya nombrado Jesucristo, magnates del inframundo o vampiros, todos ellos tienen mucho de humano con sus miedos, sus personalidades, su sexualidad y sus gustos. Tocando casi todos los temas siempre de manera desenfadada, sin dramatizar.
Este clima corriente y fantástico, con grandes dosis de ironía y sarcasmo es el ideal para unos personajes inolvidables (en todos los sentidos posibles de la palabra) y sus a veces acertadas, a veces equivocadas acciones, todas ellas desternillantes. Estos personajes son el espíritu de las obras, ya sean principales o secundarios siempre dejan huella.Este hecho lo sabe aprovechar muy bien el autor pues el secundario de un libro puede ser perfectamente el protagonista del otro, de manera que no les perdemos de vista a lo largo del tiempo y se crea todo un universo en el cuál conviven todos en armonía (al menos la mayoría de las veces).
Éste es por lo tanto un autor muy recomendable cuando se quiere dejar de lado la, en ocasiones, dura realidad o si simplemente apetece pasar un buen rato. Muchos críticos le comparan con grandes escritores de comedia fantástica como Terry Pratchett o John Steinbeck, siguiendo el camino del absurdo del gran Kurt Vonnegut.
“Cordero”, “El Ángel más tonto del mundo”, “Un trabajo muy sucio”, “Chúpate esa” o “La saguijuela de mi niña” son algunso de sus más sonados best-sellers pero sigue escribiendo y “La isla de la monja del amor”, “Azul, una comedia del arte” o “El mosntruo que amaba las gasolineras” son algunas de sus últimas obras traducidas al castellano.
Pese que ha llegado a vender algunos de los derechos de sus obras de momento no se ha realizado ninguna adaptación cinematográfica de sus obras, para tranquilidad del autor y según afirma él mismo para la de sus fans. Sí que existen varias novelas gráficas basadas o inspiradas en alguna de sus novelas.
