La novela comienza cuando un estudiante de secundaria, Clay Jensen, recibe una caja que contiene varias cintas de audio grabadas por Hannah Baker, una chica de su clase que se suicidó recientemente. La adolescente, de la cual él había estado enamorado, relata en ellas las razones que la llevaron a tomar la decisión de acabar con su vida y desvela, cinta tras cinta, la identidad de las trece personas que la habían hecho sufrir hasta el punto de provocarle el deseo de acabar con su vida.Para evitar que sea desvelado el contenido de las grabaciones de voz, el cual podría provocar que ciertos implicados sufriesen el rechazo de la sociedad o incluso su ingreso en prisión, los trece deben escucharlas y pasárselas entre ellos en el orden en el que aparezcan en ellas.
Mediante la narración de la fallecida, el autor nos descubre la complejidad de las situaciones vividas por Hannah que la llevaron a su fatídico final. Asher describe a la perfección las inseguridades que vive un adolescente común que busca poder encajar en una sociedad dominada por las habladurías. De hecho, serán precisamente los falsos rumores los que hagan que la joven estudiante se sienta cada vez más negativamente juzgada y rechazada por acciones que nisiquiera ha llevado a cabo.
Página a página, el lector irá descubriendo la, cada vez mayor, soledad que iba invadiendo a Hannah Baker. Será precisamente esta soledad la que provoque que la protagonista caiga en una depresión que desembocará en el trágico final de su vida. Mediante los recuerdos que Clay conserva de ella, se presentará el contraste entre los sentimientos de Hannah y su progresivo aislamiento con la escasa percepción de ellos que tenía el resto de sus compañeros.
Lejos de imitar a la clásica novela adolescente, Jay Asher nos presenta una narración formada por unos personajes, en ocasiones despiadados, que llegan a manipularse unos a otros sin dudar para lograr sus objetivos personales. Por otro lado, si bien puede parecer que se contraponen los personajes buenos con los malos, en realidad no ocurre así. De hecho, la mayoría de ellos tienen comportamientos positivos y negativos, incluida la propia Hannah, la cual llega a permitir una violación. Sin embargo, en general, se suele presentar el temor al “qué dirán” como última causa de las peores acciones. Además, en la obra se tratan temas poco comunes que llevarán al lector a observarlos desde un nuevo punto de vista. De este modo, en el libro se desarrollan diversas ideas como la parte negativa de belleza o el daño que se puede llegar a provocar a otra persona, consciente o inconscientemente.
La descripción de los sentimientos de Hannah es clara y detallada ya que, mediante la narración en primera persona, el lector se verá sumergido en los últimos años de vida de la estudiante y en las impresiones subjetivas de todos los sucesos que la marcaron inevitablemente. Las vivencias relatadas por la protagonista mezcladas con los recuerdos de Clay provocarán que el lector se sienta parte de la historia y que, al igual que el protagonista, desee y tema a la vez saber cuál será el próximo nombre que aparezca en las cintas.
