De acuerdo con los cálculos provisionales elaborados por el instituto alemán de estadística, este incremento del PIB se debe principalmente al comportamiento de las exportaciones alemanas. Estas han crecido más que las importaciones. Sin embargo, la demanda domestica muestra un comportamiento diferente. Los gastos del gobierno federal se han mantenido al mismo nivel que en el trimestre anterior. El consumo final de las familias alemanas se ha reducido. En el ámbito empresarial ha mejorado la inversión en bienes de capital (maquinaria, equipos, construcción) pero los inventarios se han reducido considerablemente.
Dicho de otra modo, las exportaciones han mejorado más que las importaciones porque las empresas alemanas han vendido más producto almacenado que producido. Así, no han tenido que importar los materiales necesarios para producir esas mercancías. El gobierno federal, al mantener su gasto, ni incentiva el crecimiento ni lo desincentiva. Sin embargo, la demanda de los hogares alemanes sigue sin recuperarse. Los reajustes de plantilla, la repartición de la carga de trabajo o los minijobs están reduciendo los ingresos de los trabajadores (porque no trabajan o trabajan menos horas).
Un dato que refuerza la reducción de salarios en Alemania es que las personas trabajando han aumentado desde el último trimestre de 2012 al último trimestre de 2013 en 243.000, alcanzando la cantidad total de 42,2 millones de trabajadores. Aún así, la demanda de los hogares se ha contraído.
