Durante los últimos años son cada vez más numerosos los contenidos y acciones sobre responsabilidad social corporativa o RSC, en su abreviatura, a los que las empresas y los estudiantes estamos expuestos. En el siglo XXI los valores éticos son de vital importancia en el mundo de los negocios, así como las acciones de responsabilidad social complementarias al desarrollo de las actividades económicas principales de la empresa.
Creciente consciencia sobre RSC
La perspectiva actual del marketing como creador de relaciones que aporten valor a las transacciones económicas entre las compañías y sus clientes exige considerar en sus estrategias y planes de desarrollo los temas acerca de prácticas éticas y desarrollo sostenible de sus negocios, como unidades inmersas en una comunidad, que cada vez más tiene en cuenta el impacto de sus actividades.
Para Ron Willingham, autor del libro: "Integridad de las ventas en el siglo XXI", entre otros, afirma que las consideraciones éticas y los valores que practican el personal de ventas contribuyen en mayor medida al éxito de las ventas que cualquier estrategia y técnicas que pueda aplicar formalmente. Y es que son cada vez más los clientes que valoran estos aspectos, para tener una idea, una encuesta desarrollada a una muestra de jefes de ventas, consideraba que el 70% de sus clientes valoran la reputación ética de sus compañías en sus complejas decisiones de compra.
Más allá de actuar cumpliendo una serie de principios éticos que las compañías tendrán que valorar logrando equilibrar con sus objetivos de rentabilidad, la RSC abarca una serie de actividades y funciones en relación a todas las partes interesadas, "stakeholders" como normalmente es conocido, en la empresa, Éstas deberían ser gestionadas de manera activa ya que el impacto no sólo es positivo para la comunidad y el entorno, sino que posibilita un desarrollo sostenible a las compañías y un mayor éxito en sus negocios. Y es que por stakeholders hay que entender tantos agentes externos como internos, es decir, clientes, proveedores, accionistas, intermediarios, minoristas, gobierno, organizaciones... y también empleados y staff de apoyo de la compañía.
¿Es tan importante su impacto en los negocios?
Además del pretendido efecto positivo sobre la comunidad y la sociedad en su conjunto de manera directa, se demuestran claras consecuencias favorables al éxito del negocio de manera indirecta. Una reciente encuesta realizada por Edelman, and Young & Rubicam en UK demuestra que el 87% de media de los clientes tienen en cuenta los efectos de la compañía sobre el entorno y el medioambiente.
Además a nivel interno también hay demostraciones de mejora, un estudio realizado por la prestigiosa Universidad de Harvard (EEUU) demostró que las compañías que logran equilibrar las necesidades de sus propietarios, empleados clientes proveedores y la comunidad como conjunto, muestran índices de crecimiento 4 veces mayores que aquéllas que se centran sólo en sus accionistas. Y es que según la consultora global sobre RSC, Corporate Citizenship, sus estudios demuestran que los empleados que se ven implicados en acciones voluntarias mejoran su adaptabilidad, comunicación y habilidades de negociación.
Todas las encuestas y estudios anteriores muestran la verdadera importancia de la RSC enmarcada en la estrategia global de cada compañía y con efectos positivos para su negocio no sólo por parte de la concepción de sus clientes sino por mejoras en su desempeño interno y mejores relaciones con sus socios en la cadena de valor.
