Paseando por la aldea
Foto: VAVEL

Toca pensar, reflexionar y hacer balance del año. Estoy casi convencido que este título no refleja con exactitud lo que han sido estos 365 días para mí, pero, creo que ahora mismo es lo que más me apetece poner. Paseando por la aldea, sí. Mucha gente hace la gracia y comparativa sobre este sustantivo y Getafe, mi localidad, mi equipo, y quizás de esta manera pueda honrar y poner mi pequeño granito de arena de manera metafórica en honor a todo este colectivo. Para muchos será una tontería y se preguntarán qué relevancia tiene esto. Están en su derecho, pero, para mí, es igual de importante que un sinfín de cosas que me han pasado este 2013 y en cierta medida tiene que ver con esta casa, VAVEL.

Me he dado cuenta de lo respetuoso que puede ser este medio, lo serio y los valores que rigen la existencia de él. No hay que nombrar a otros, pero, el saber estar de VAVEL no lo he encontrado en ningún otro lado. El cambio está en proceso y es ahí donde la diferencia se hace fuerte respecto a otros medios, ni mejores, ni peores, simplemente eso, diferentes. Me vuelvo a remitir al respeto, el que por desgracia en muchas ocasiones brilla por su ausencia aquí, en Getafe. Lo he vivido en primera persona y puedo hablar sobre ello, de ahí que sólo mencione este pueblo del sur de Madrid y su equipo. El elenco de compañeros que tengo al lado han hecho que la afición encuentre un lugar serio donde se informa de su equipo y eso es algo que personalmente no puede hacerme más feliz. Quizás sea lo más importante sin duda en este año, poniendo el sello VAVEL en cada rueda de prensa, presentación o partido del filial.

Creo que no podría mencionar uno por uno los compañeros que he tenido la oportunidad de conocer. No tendría fin este pequeño balance que quiero hacer sobre este 2013. Desde Sergio de Acuña, mi compañero fin de semana tras fin de semana dando cobertura en la mejor sección de Segunda B de España, con total seguridad, hasta Julián Avilero, persona que me ha dado la oportunidad, además de conocer a un gran tipo, de poder estrenarme en el ‘mundillo’ de la radio.

El periodismo no reside en el título, reside en la persona. La inquietud y las ganas de aprender no están en absoluto ligadas a tener o no una carrera. De hecho, he tenido la oportunidad de ver en este medio compañeros que están dedicando sus estudios a ramas completamente alejadas de ésta y que, puedo decir sin temor a equivocarme que son periodistas. Quizás más periodistas que aquellas personas que lo estudian, tienen la carrera y no pueden presumir, o más bien no demuestran que lo son. Es lo maravilloso de VAVEL.

Mi año, se puede ver desde diferentes perspectivas, mucha gente por el camino, que te marca y se queda en tu corazón para la eternidad. Otra sin embargo, pasa de puntillos sin dejar sabor de boca. Lo que viene a ser un año La perfección muchas veces es aburrida y creo que en estos 365 no me he aburrido ninguno.

Poder cubrir al filial del Getafe, entrevistar a un mito del fútbol como José Francisco Molina o entrar de lleno en el mundo del fútbol femenino son solo un pequeño porcentaje de todo lo que VAVEL me ha regalado. Es muy probable que no haya sido todo lo agradecido públicamente que me hubiese gustado, pero creo que el mayor agradecimiento es la constancia y devolver todo lo que uno te da. Creo que mi orgullo por formar parte de este barco no es menor que el de ninguno de mis compañeros, y hoy es el momento adecuado de mostrarlo. Creo que, en mi opinión, es lo que debo hacer. El trabajo diario es la mejor bandera que puedo ondear, dedicar tiempo a algo que me llena, que me hace ser mejor persona y mejor periodista.

En definitiva, esto es VAVEL, respeto, y mientras muchos ven una aldea, yo veo una ciudad millonaria, de más de un millón para ser exactos, las personas que nos han ayudado a estar donde estamos. Sin ellos no somos nada. Ahora es el momento de vovler con más fuerza aún para que este 2014 sea mejor que este fantástico 2013, uno de los mejores años de mi vida.

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