“En el caso de España, el Gobierno prepara reformas estructurales, especialmente la segunda ronda de la reforma laboral”. Con estas palabras pronunciadas por el presidente del Eurogrupo se sembraba la duda en los ciudadanos españoles en torno a la actuación en un futuro próximo del Gobierno, en lo que a materia económica se refiere. Bruselas reclama un tijeretazo adicional a España, a lo que, en principio, el Gobierno se opone. No obstante, el vicepresidente del Consejo Europeo, Olli Rehn, y los ministros que completaban la reunión, se dieron por satisfechos con el paquete de medidas que prepara para final de año el ejecutivo a fin de cumplir con las metas del déficit.
En cuanto a las cifras del ajuste presupuestario, Rehn explicó que, según su equipo, podría oscilar entre 1.000 y 5.000 millones de euros, lo que finalmente se quedará en 2.500 millones de euros procedentes de “medidas de fondo, concretas y con enjundia, basadas en el plan nacionalde reformas”
Este vínculo entre el recorte de 2.500 millones de euros y la vuelta de la reforma laboral no quedó aclarado. Mientras que la reforma laboral llevada a cabo en julio del año pasado sí supuso un recorte de los subsidios de desempleo y las prestaciones, con efectos presupuestarios directos, para este ajuste el Ministro de Economía ha asegurado que únicamente habrá “modificaciones como la simplificación de contratos y la ampliación del contrato definido de apoyo a emprendedores y a trabajadores a tiempo parcial”.
Luis de Guindos anunció ante la prensa que el plan de la reforma nacional “tiene implicaciones presupuestarias que garantizan no solo un incremento del crecimiento potencial a medio plazo, sino también el cumplimiento de los objetivos presupuestarios”. Estas explicaciones valieron a los componentes de la Institución Europea, a pesar de que España se sitúa entre los países rezagados, junto con Italia, Luxemburgo, Finlandia y Malta, con riesgo de incumplir el déficit.
España no es el peor parado
Si el recorte que tendrá que llevar España es de 2.500 millones para cuadrar sus cuentas, el de Italia tendrá que ser de 4.000. Italia fue el país más señalado, sin embargo, las explicaciones de Fabrizio Saccomanni también sonaron con convicción en la cumbre de la zona Euro. “El cumplimiento del objetivo de déficit es incierto, pero Italia ha anunciado privatizaciones y un programa de revisión del gasto público”, apuntó Rehn.
En este estreno de la ejecución de una herramienta de gobernanza económica, en el que Bruselas lleva a cabo un examen previo de los presupuestos de los países de la zona, la Comisión y el Eurogrupo optaron por hacerlo desde la diplomacia a través de un comunicado y una tranquila rueda de prensa. No obstante, esta diplomacia no disipa las dudas sobre el futuro de la economía española ni de cómo llevará a cabo el gobierno un recorte de tal calibre sin reducir las prestaciones.
De Guindos hace dos semanas hablaba de no hacer ninguna modificación en el proyecto presupuestario a pesar de los avisos recibidos desde Bruselas; El miércoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya habló de pequeñas modificaciones; Finalmente, son 2.500 millones de recorte presupuestario, por tanto es prácticamente ineludible preguntarse cómo y de dónde se recaudará dicha cantidad sin recortar en prestaciones y subsidios.
