El día 5 de noviembre de 2013 será recordado como el día en que la Generalitat Valenciana confirmaba mediante un comunicado oficial en su web el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV). Desde el propio comunicado se ratificaba la situación deplorable en materia económica con una deuda asumida por la Generalitat de 1.000 millones de euros, que se califica como “insostenible” y, por tanto, admitían que se planteaban “dos caminos: el cierre de la empresa pública o el redimensionamiento de la misma, que afectaba de manera directa al tamaño de la plantilla”.
La deuda es insostenible y se priorizan los servicios básicos: sanidad, educación y servicios socialesDesde el Consell se postulaba ante la disyuntiva con el objetivo “mantener abierta RTVV, en tanto que ofrece un servicio público”, aunque del mismo modo evitan cualquier aceptación de culpa al ratificar que el proceso de ERE pertenecía “en exclusiva” a los dirigentes del medio por la entidad jurídica propia de la empresa. Por ello, y ante la sentencia nula del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana el Consell emite que “sólo queda la otra vía que es, lamentablemente, proceder a la supresión del servicio público de la radio y la televisión de ámbito autonómico”. Argumentando para ello que “La readmisión de más de mil empleados hace su continuidad inviable, pues sólo el coste de los gastos de personal de una plantilla de 1.700 trabajadores supondría aproximadamente 72 millones de euros; una cantidad a la que habría que sumar el gasto de funcionamiento y mantenimiento de RTVV, un coste que la Generalitat no puede asumir en estos momentos”.
Conocidos los hechos y sin marcha atrás para el Consell, decidieron emitir el comunicado de manera pública “con celeridad para no prolongar de manera innecesaria la intranquilidad que supondría para los trabajadores de RTVV”. Sin embargo, los trabajadores de la propia empresa en un espacio informativo emitido a partir de las 20:30 horas del martes 5 de noviembre expusieron que se enteraron de dicha situación por otros medios sin tener noticias de la cúpula directiva de la empresa ni del Consell.
Por su parte, y para concluír el comunicado, el Consell se salvaguarda en que el cierre debe realizarse puesto que “la Generalitat tiene la obligación de priorizar los servicios básicos y garantizar, ante todo, una sanidad, una educación y unos servicios sociales de calidad, universales y gratuitos y ése es el objetivo prioritario de todas las actuaciones que emprende el Consell”. Palabras que contrastan ante la reciente huelga tanto de profesores como de alumnos de hace apenas dos semanas por los recientes recortes en materia educativa.
El manifiesto respuesta de los trabajadores
El presentador de Nou24, Frederic Ferri era el encargado de dar la noticia cuando se supo el comunicado emitido por la Generalitat: “La peor noticia, sin duda una mala noticia para la sociedad valenciana”. Y es que más que un hecho meramente social por el despido de casi dos mil trabajadores nos encontramos con el hecho de que una Comunidad Autónoma con lengua propia como es el valenciano dejará de tener servicios televisivos e incluso radiofónicos en su habla. Lo que conlleva una inherente y plausible decadencia cultural en pos de la posible desaparición de una lengua materna como es el valenciano.
Algo que desde el informativo de las 20:30 y con varios trabajadores de fondo en el plató tres de RTVV anunciaban: “Los trabajadores de RTVV queremos mostrar nuestra repulsa a la decisión unilateral del gobierno valenciano de cerrar la radio y televisión pública de los valencianos; un medio que, durante 24 años de servicio, ha trabajado para la vertebración de nuestro territorio y para la difusión de nuestra historia, cultura y lengua”.
"Cinco millones de valencianos se quedan sin su radio y televisión"Procediendo posteriormente a criticar duramente la decisión y a quienes son, para ellos, principales causantes de la misma. “Ni los valencianos ni los trabajadores son responsables de la mala gestión política y económica que ha hundido a este medio. Consideramos una vileza y un acto de cobardía la decisión del cierre como única solución de los problemas económicos de la empresa, problemas que tienen un origen político y que exigen responsabilidades políticas”. Un comunicado que contrasta con la falta de subjetividad y pluralidad acusada al medio desde varios sectores sociales durante su existencia.
Prosiguiendo el comunicado de los trabajadores denunciando que “exdirectivos de esta empresa están implicados en casos de corrupción ligados al caso Gürtel; exdirectivos de esta empresa están procesados por casos de abusos sexuales a trabajadores de esta casa. Exdirectivos de esta televisión han elaborado un ERE ilegal… Y ahora los trabajadores tenemos que pagar los platos rotos y renunciar a un servicio público. Cinco millones de valencianos se quedan sin su radio y televisión”, zanjaba el comunicado.
Unos hechos que han movilizado tanto a trabajadores de la empresa pública como a ciudadanos valencianos a la sede de la Generalitat Valenciana, donde desde media noche se concentran para pedir soluciones a un hecho histórico en la Comunitat Valenciana como es el de perder un medio de comunicación propio y de cada uno de los valencianos a causa de una pésima gestión.