El periodismo deportivo está llegando a unos extremos radicales. Durante los últimos años se está alcanzando un sensacionalismo innecesario, que es completamente ajeno al deporte como tal. La nadadora Mireia Belmonte se quejaba amargamente de que el nuevo peinado de Sergio Ramos acaparaba más tiempo y espacio en los medios de comunicación que sus múltiples medallas en la piscina.
No le falta razón a la sirena. Looks, coches de alta gama, bodas, anuncios de calzoncillos y mil y una campañas publicitarias de estos astros del balón saturan al público que ansía un periodismo deportivo de verdad, donde estos aspectos no tienen cabida.
Como se suele decir, las cosas siempre pueden ir a peor. Y el amarillismo patente en estos medios que cuentan con millones de lecturas diarias está enterrando a la prensa deportiva en condiciones, la que se incluye injustamente en el mismo saco que esos medios ya mencionados.
¿Qué pinta en un diario deportivo una información sobre el posado "ligerita de ropa" de una famosa en una red social? Quizá a través de esta táctica los directores pretendan atraer y consolidar al público masculino, principal consumidor de estos medios, ofreciendo a la mujer como reclamo. Navegando por estas páginas se puede ver el último posado sin apenas ropa de una mujer despampanante junto a una noticia deportiva cualquiera. Da auténtica lástima que las novedades de un equipo de rugby en ropa interior estén en portada de un gran medio, mientras las secciones de deportes femeninos están envueltas por telarañas.
¿Qué pinta en un diario deportivo una información sobre el posado ligerita de ropa de una famosa en una red social?
La gota que colmó el vaso fue ver hace unos días un vídeo sobre el entrenamiento que realizan unas actrices de cine porno para estar en forma. ¿Es de verdad eso contenido deportivo? Estos medios de comunicación no solo lo visitan hombres adultos, ya que niños y adolescentes también recurren a estas páginas para enterarse de la actualidad de sus equipos favoritos.
Por no hablar de las referencias sexuales de los contenidos aparentemente informativos. Parece ser norma general que una vez cada tres días haya una noticia sobre un deportista que "también la sabe meter". Este tipo de titulares no hace sino avergonzar a aquellos que creen en la prensa de verdad.
El periodismo está cayendo en una espiral corrosiva de la que no parece querer salir
El periodismo está cayendo en una espiral corrosiva de la que no parece querer salir. Los medios ya no se esfuerzan por atrapar al público mediante calidad, información realmente necesaria y correcta periodísticamente. En lugar de un buen reportaje sobre un deporte poco conocido o una entrevista profunda sobre un protagonista de ese deporte menos glamuroso pero no por ello menos importante, se incluye una noticia sobre una aficionada que enseña los pechos en un partido o que posa prácticamente desnuda pintada con los colores de un equipo.
¿Ha muerto ese periodismo que atrapaba a su público a través de calidad y compromiso con la información? Mientras sigan utilizándose en los grandes medios los cebos en forma de mujeres ligeritas de ropa, difícil. Solo con compromiso por parte de los periodistas y los medios podrá abandonarse esta tónica que desagrada a aquellos que creen en el periodismo deportivo de verdad y no en prensa rosa deportiva.
