Madame Bovary: el suicidio más largo
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"Lloraba por la felicidad que no conocía. Franquear la puerta de semejantes goces sin poder abrirla, era peor que morir". Esta frase, extraída del libro, relata la vida de Emma, una joven soñadora, producto de la exacerbada lectura romántica, que contrae matrimonio con Charles Bovary, un médico de pueblo. Tras  el enlace, establecen su hogar en una aldea de Rouen (Francia), donde el tedio se convertirá en el plato de cada día para  la protagonista.
 
Basado en una historia real, el autor se centra en la psicología femenina. En un principio, se refleja una muchacha joven, esclava de su casa, pero con el corazón brotando de esperanza y alegría por una vida mejor. Ansiosa por huir del pueblo y las tareas del hogar, cree ver en su marido su camino hacia la felicidad. No obstante, pronto se dará cuenta de no es así. Sigue siendo una mujer sumisa a la figura masculina, cuya única preocupación es la familia.
 
El nudo de la historia podríamos situarlo en el momento en el que conoce a León, un pasante de notario del pueblo que consigue distraerla de esa constante abulia. Es la primera vez que se siente atraída por un hombre y la curiosidad por lo prohibido hacen de su vida algo maravilloso pero fugaz, ya que él se marcha.  Sumergida en una profunda melancolía, es seducida de nuevo por Rodolphe, un Don Juan que le hace florecer todo el erotismo cohibido y sentir una pasión desenfrenada. Con él planea huir a Italia, y dejar así, abandonada a su hija y a su marido, por quien solo siente desdén.  Pero nuevamente sus sueños se ven truncados al irse este sin ella.
 
Este choque entre lo que anhela, mezclado con el aburrimiento y una amarga sensación de vacío ante lo desconocido, la transforman en un ser odioso, misantrópico,  cuyo único desahogo es comprar compulsivamente y vivir por encima de sus posibilidades, lo que la conduce a un grave endeudamiento. Su situación económica empeora con el reencuentro de León, gastándose enormes cantidades de dinero en sus citas. Una agria desesperación la invade, dando como fruto la idea de suicidarse que lleva a cabo, ingiriendo arsénico. Con ello da fin a una vida donde nunca ha reído y ha vivido sin hacerlo.
 
La originalidad de esta obra reside en la enorme crítica a la sociedad burguesa y el fuerte consumismo de la misma, rompiendo las convenciones morales. De hecho, muchas mujeres de la época se sentían identificadas en esta obra; es por ello que acabó siendo sentenciado por un fuerte cargo de moralidad, del que posteriormente fue absuelto. Otra peculiaridad que debemos mencionar es su perfecta composición léxica. Gustav tardó cinco años en escribirla. Todo esto unido a los personajes, los lugares y acciones, que el lector no consigue dominar, dan lugar a una obra de arte de la literatura universal.  Todo un visionario de la sociedad postmoderna, cuyos valores, están más presentes que nunca en nuestra sociedad actual.
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