Su nombre de nacimiento es Ursula Kroeber, pero añadió Le Guin al casarse con el francés Charles Le Guin en 1953. Su padre, Alfred Kroeber, era un eminente antropólogo y su madre, Theodora Kroeber, era escritora. De ahí que no sorprenda que la principal temática que subyace en toda su obra sea la evolución de las sociedades o antropología social o cultural. Es precisamente en “El mundo de Rocannon” (Rocannon's World), su primera novela, en la que desarrolla toda una sociedad conocida como el universo Hainish o Ekumen, una saga de ocho novelas y cuatro historias cortas. En dicha sociedad conviven diferentes razas que descienden de una única civilización ancestral y cuya diversidad psicológica y sociológica son un claro reflejo de la sociedad y valores de la cultura humana.
La Unisexualidad
Trata sin tapujos el tabú sexual en “La mano izquierda de la oscuridad” (The Left Hand of Darkness), donde utiliza la unisexualidad o hermafroditismo en una raza alienígena para tratar el tema de la identidad sexual, uno de los mayores tabúes de nuestra época y un tema que otros autores como Isaac Asimov también tratan con ejemplos similares. En el caso de Asimov lo representa con la evolución de los habitantes del planeta Solaria a través de las distintas sagas de Robots y Fundaciones, en las que éstos pasan de mantener relaciones solo en parejas casadas ha evolucionar a un estado de hermafroditismo para evitar la necesidad del contacto sexual para poder reproducirse. Sin embargo, en el caso ideado por Le Guin, estos seres son totalmente sexuales, y su ambivalencia no tiene nada que ver con la evasión de la actitud frente al sexo sino con la necesidad de encontrar a su pareja ideal sin dar importancia a si es hombre o mujer ya que eso lo decide la naturaleza en el momento del acto sexual. Es por tanto una fórmula totalmente opuesta y mucho más liberal que la que Asimov describe en sus libros. Precisamente por ello, dicha novela es considerada como la primera de ciencia ficción feminista, algo que a la propia autora no le gusta demasiado pues no considera que trate de manera distinta la sexualidad del hombre frente a la de la mujer, sino más bien de una manera igualitaria. Sin embargo, ambos ejemplos, tanto el de Asimov como el de Le Guin, tienen una raíz en común. Tanto Solaria como Invierno son planetas en los que su evolución les ha permitido llegar a un punto en que el sexo no es en absoluto relevante, por lo tanto no genera ningún conflicto.
Unidad, Dualidad y Taoísmo
Otro de los temas que trata en profundidad es de la dualidad del ser humano, el bien y el mal inherente en todos nosotros. Quizá, donde mayor hincapié hace en cuanto al íntimo desdoblamiento y la parte más animal, salvaje o incluso maligna de las personas sea en su saga de fantasía “Terramar”, en la que su protagonista, un aprendiz de mago, tiene que lidiar precisamente con esa parte oscura de su propio ser. Para muchos es todo un desarrollo Freudiano de la personalidad humana y sobre todo un estudio del potencial de nuestro subconsciente.
Así, con unos mundos a caballo entre la fantasía de Tolkien y la ciencia ficción de Asimov, Ursula Le Guin desarrolla todo un genero único y propio mucho más detallado a nivel social y mucho menos ficticio de lo que a algunos les gustaría destacar, llegando a definirse su obra en ciertos ámbitos como taoísta, algo no tan disparatado sin consideramos que realizó una traducción del "Tao Te Ching" de Lao Tse, la considerada “biblia” del Taoísmo.
Quizá sea por ello una de las más importantes escritoras de estos géneros pero menos conocida fuera de los círculos de expertos y fanáticos de los mismos.