La ciudad de Detroit, en el estado de Michigan, la cuna del automovilismo utilitario estadounidense, la ciudad que vio nacer a Ford y a General Motors, está sumida en una crisis financiera de dimensiones históricas. Está con una deuda superior a 18.500 millones de dólares, la más grande a nivel municipal de la historia, a pesar de los esfuerzos de la banca por hacer quitas. La ciudad se ha declarado en suspensión de pagos y ahora es un tribunal el que debe decidir si acepta la quiebra. En caso de respuesta positiva, la llamada "Motor City" debería vender patrimonio propio, reducir gastos y reducir las contrataciones municipales.
Mala gestión y fuga de las automovilísticas
La población de Detroit se ha reducido un 60 % en los últimos cincuenta años, y entre 2000 y 2010 perdió un 25 %. Este fenómeno es debido a dos factores principales: el primero, una mala gestión política y financiera, que llevó a una reacción en cadena. La mala gestión llevó a sus habitantes a la pobreza, y la mitad en el año 2012 no pudieron o no quisieron pagar sus impuestos municipales. Eso hizo subir demasiado los impuestos, y los contribuyentes se negaban a pagar. Todo provocó unos índices de criminialidad y delincuencia excesivamente altos (2 de cada 3 asesinatos en el estado de Michigan eran en la ciudad de Detroit). El actual alcalde, el exjugador de baloncesto Dave Bing, no ha podido reconducir la situación.
El segundo factor es la fuga de las grandes empresas automovilísticas, el gran fuerte de Detroit y lo que hizo crecer a la ciudad. La diversificación y globalización empujó a Ford y a General Motors a abrir sedes en otros lados con los costes más baratos, lo que restó fuerza de trabajo en Detroit y por lo tanto población en una ciudad claramente industrial.
La quita de los bancos, posible solución
El estado de Michigan nombró a un gestor externo independiente, Kevin Orr, para intentar salvar la situación. Los bancos habrían acordado una quita de hasta el 75 % de la deuda con la ciudad de Detroit. Esta sería una posible solución al conflicto, y evitar por ejemplo, lo que ha ocurrido en la ciudad de Stockton, donde la quiebra condujo a una rebaja de funcionarios municipales que ha llevado a ser la ciudad con más índice de criminalidad por habitante en Estados Unidos.