Para ser profesor hay que saber Literatura
La literatura y los pupitres unidos en las oposiciones a maestros (Foto: Gobierno de Canarias).

Para ser maestro hay que saber literatura. Esta es la conclusión que se ha sacado de la primera prueba a la que se han tenido que enfrentar los aspirantes a maestros de la Comunidad de Madrid.

11.650 aspirantes para apenas 300 plazas, 1 plaza por cada 20 opositores y  conocer a Ana María Matute y otros escritores del S.XX ya fallecidos ha supuesto la puerta o el portazo para todos los que en su día estudiaron educación primaria y pelean por una plaza de funcionario.

Un texto de Ana María Matute y conocer algunos autores del S.XX para competir por una plaza

Un aspecto más que muestra la importancia de la literatura como 'cultura', entendiendo como tal el poseer conocimientos mínimos de cualquier materia. ¿Quién fue Cristóbal Colón? O ¿Cuál es la capital de Rumania? También han sido otra de las pruebas definitorias para saber si los que ocupaban los pupitres podrían pasar al 'otro lado'.

El nombre de autores, fechas y libros que se suponían olvidados una vez que se pasó la secundaria y apareció el 'apto' en el cuadernillo de notas ha vuelto a cobrar importancia y, esta vez, no ha sido para ganar al Trivial. Pero cual es la importancia de la literatura y a qué se debe esta reminiscencia de autores pasados de moda.

Wikipedia lo tiene claro, "la importancia de la literatura se basa en que nos ayuda a comunicarnos, a expresar nuestros sentimientos y nuestros pensamientos. Como consecuencia debemos saber que la literatura y la lengua castellana nos ayudan en nuestra vida, en nuestro aprendizaje y a comunicarnos con las demás personas". Después de esta defensa literaria aparece un sinfín de fechas, autores y publicaciones que ya han sido copiadas en miles de trabajos, literalmente.

Sin entrar a valorar lo importante de los datos la realidad es abrumadora, vuelve a tomar importancia la literatura y, sea o no por sus páginas siempre es algo que celebrar. Puede que un buen estudiante sepa que Miguel Delibes publicó 'El camino' en 1950 pero solo los mejores sabrán dar sentido a esa frase de "y al final lloró".

Aunque claro, para ser el mejor hay que pasar antes por la casilla de los buenos y no digamos ya para ser profesor.

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