El Ibex 35 no ha podido recuperar la tendencia alcista que perdió a finales de marzo a pesar de cotizar en niveles cercanos a esta. La semana se abrió en los 8.048,1 puntos, pero pronto se vería que no se podía aguardar nada bueno de ella, pues el selectivo cayó día tras día hasta el jueves, tocando mínimos el miércoles en los 7743,6 puntos. El viernes retomó las subidas y consiguió cerrar cerca de los 8.000 puntos, concretamente en los 7915,5.
Si estos datos por no dan grandes esperanzas para el subyacente, a ello le tenemos que unir que este se encuentra muy cerca del 61,80% de la subida que se produjo desde verano del 2007 a enero de este año. Este es un nivel donde muchos inversores toman decisiones importantes y que coincide con resistencias y soportes, de hecho es normal que por si solos funcionen como tal, por ello sería muy probable que sea hacia donde se esté dirigiendo el índice español. Un poco más abajo, en el 50% de la subida -7.350 puntos- encontramos zonas de resistencias históricas que pueden funcionar con mayor fuerza, fue aquí, por ejemplo, donde se freno la primera gran caída desde el año 2007.
Las razones de las caídas las podemos encontrar en la incertidumbre que existe a cerca de la economía mundial. El mal dato sobre el PIB en China fue crucial, puesto que es la segunda potencia mundial, lo que arrastró el miedo a los mercados, otra de las grandes potencias, Europa, sigue con problemas como el de Chipre o Italia y sus bolsas se ven perjudicadas y, por último, las bolsas estadounidenses cayeron esta semana un 2% debido a los atentados en Boston y la publicación de resultados del primer trimestre.
La próxima semana las miradas seguirán centrándose en Estados Unidos donde no todas las empresas han presentado aún sus resultados mientras las bolsas continúan en máximos históricos.
