Gabriel Morón (1896-1973) nació en Puente Genil, provincia de Córdoba. Desde muy joven estuvo vinculado con el movimiento socialista, por lo que fundó la agrupación socialista de su ciudad natal, teniendo un papel importante en la vida política cordobesa durante los años diez, veinte y treinta del pasado siglo, hasta la llegada de la Guerra Civil.
En noviembre de 1936, llegó a Almería y desempeñó el cargo de gobernador civil hasta junio de 1937, momento en el que se marchó para ocupar el cargo de subdirector general de seguridad, aunque luego pasó a ser el director general de seguridad en funciones.
En Almería tuvo que enfrentarse a una dura situación: el éxodo masivo proveniente de Málaga. Este acontecimiento duplicó la población almeriense, hecho que hizo que Gabriel Morón tuviese un papel ejemplar en la provincia: recomponer el poder en la retaguardia.
La última etapa en España la pasó en Barcelona. Allí desempeñó el cargo de subdirector adjunto del periódico El Socialista. Antes de la caída de Cataluña decidió salir del país, ya que era un hombre comprometido con sus ideas y sería represaliado en caso de quedarse en nuestro país.
El exilio
Cercano el fin de la Guerra Civil, G. Morón tuvo que exiliarse. Residió en Francia un tiempo, pero por temor a la II Guerra Mundial cruzó el Atlántico y se instaló en la República Dominicana. Este nuevo emplazamiento lo llevó al borde de la muerte, pues vivía en unas condiciones paupérrimas. Él era consciente de que estaban ayudando a otros compañeros pero a él no, y esto quedó reflejado en sus cartas. Finalmente, se instaló en México DF, donde formó una familia y residió hasta el fin de sus días.
Siguió vinculado a los movimientos socialistas mexicanos, aunque fue expulsado del partido y se vinculó al partido comunista. Participó en intensos debates políticos mediante las cartas que mandaba a sus compañeros y amigos españoles.
El exilio estuvo marcado por la nostalgia. Gabriel Morón siempre tuvo presente que quería volver a España algún día, pero “mientras ‘ese’ esté allí, yo no voy”, dijo Morón en una de sus cartas. La muerte le sobrevino en 1973, motivo por el cual nunca pudo volver a su país de origen.
El autor del libro, Rafael Quirosa, tuvo acceso al archivo personal del cordobés exiliado en México. Esto queda reflejado en la obra, pues se dedican unas páginas a mostrar fotografías y documentos de Gabriel Morón. Encontramos fotografías de su juventud, retratos, fotos familiares, de antepasados y documentos políticos, fundamentalmente.
Un desconocido para muchos
Este personaje del socialismo español ha sido poco estudiado. No se trata de un protagonista de primer orden como pudieron ser Manuel Hazaña o Indalecio Prieto, pero sí que fue un participante activo en la vida política. En Almería tuvo un papel ejemplar, poniendo orden en la retaguardia, aunque es conocido por pocos.