Probablemente sea la primera opción y este libro tenga una profunda explicación y una vez nos la expliquen logremos descifrar su significado y cambiaremos radicalmente nuestra opinión sobre él. La pena es que no todo el mundo tiene acceso a que le expliquen un libro detalladamente y por lo tanto no va a invertir su tiempo y dinero en algo que difícilmente va a comprender.
Nocilla Dream forma parte de la trilogía Nocilla Project que se completa con Nocilla Experience y Nocilla Lab.
Libro extraño de principio a fin
La prueba de que es un libro que, a día de hoy, no aporta nada es que no recordaremos nada aceptable de él. No hay relación entre los capítulos, no hay diversión ni entretenimiento, no arranca ninguna sonrisa ni sentimientos. Cada capítulo es una prueba intelectual al lector, una especie de provocación del autor que nos insta a abandonar su lectura para hacernos ver que somos tontos, que no sabemos leer, que solo leemos lo que nos interesa, que somos lectores de pacotilla.
El título ya de por sí es extraño: Nocilla Dream, que traducido al español sería Sueño de Nocilla. Cuando lo escuchamos por primera vez nos imaginamos que el libro iba a estar ambientado en historias de personajes de la década de los 60 en adelante, ya que la nocilla comenzó a comercializarse en España en esa época. Pero nada de nada.
No hay restos de nocilla en el libro por ninguna parte. Solo historias inconexas entre sí. Una serie de vidas, noticias y relatos pegados en el libro a su suerte. Nada de historias de niños que crecieron merendando nocilla y ahora son personas de provecho en la vida. Solo historias e historias cada una más extraña que la anterior.
De corte muy similar a Aire Nuestro, pero le falta algo para ser tan ameno. En ambos libros vale cualquier historia, cualquier suceso es válido para ser escrito. Quizás Aire Nuestro es más ameno por la gran cantidad de personajes conocidos que aparecen dentro de la inverosimilitud de sus historias. No es lo mismo describir las locuras y paranoias que sufre un personaje conocido por todos, a las de un personaje anónimo.
Entrevista con Fernández Mallo
