Llega, entre polémica publicidad, la vuelta al cole del Corte Inglés. Todo apunta a que este curso escolar va a estar envuelto en raras situaciones. Guardar la distancia social parece complicado en un espacio donde se llegan a concentrar más de mil alumnos. La gran mayoría de Centros no están dotados de aulas suficientes para reducir el aforo de las mismas a la mitad. Por ello, desde que se suspendieron las clases el pasado marzo, se han estado estudiando diversas formas de retornar a las lecciones presenciales garantizando la salud tanto de alumnos como de docentes.
Algunas de las medidas que se están barajando tales como uso obligatorio de mascarilla, carriles de ida y vuelta o gel hidroalcohólico disponible ya nos las encontramos en nuestro día a día post-covid. Otras sin embargo, están causando más controversia como el tener llevar el pelo recogido o la prohibición de llevar anillos, relojes u otros objetos metálicos.
Por ello hemos preguntado a varios alumnos tanto de secundaria como de bachillerato su opinión sobre estas medidas y cómo debería ser el retorno en septiembre. La gran mayoría coinciden en que la mascarilla o la distancia social deben mantenerse ya que el instituto es un foco importante de contagio. Sin embargo, el uso de bata, pelo recogido o el no poder llevar anillos o pulseras ha causado más revuelo ya que se han catalogado de “exageradas” e “innecesarias.”
Bien es cierto que muchos estudiantes prefieren ir a clase siguiendo estrictas medidas sanitarias que continuar con el llamado “cibercole” que tanto rechazo ha causado los últimos meses. Siguiendo ese hilo, algunos de los encuestados ven “justos y necesarios” todos los requisitos, especialmente aquellas personas que se encuentran en cursos más altos.
A pesar de ser tan solo hipótesis algunos centros han comenzado a mandar circulares a las familias anunciando la intención de asistir a clases días alternos o de comenzar el curso de manera 100% on-line. El deseo general de encontrar una vacuna y acabar con esta anómala situación también se traslada a las aulas, queriendo terminar con la incertidumbre, nuestra asignatura pendiente desde marzo.
