Existe un antiguo proverbio chino que dice que “el simple aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Se dice que este proverbio alude a una visión holística del mundo en la que se cree que todos los acontecimientos están relacionados y repercuten los unos en los otros sin implicar un resultado de gran magnitud, pero lo suficientemente notable como para dejar huella.
Hace “un par de añitos” ocurrió uno de esos hechos que nacen de la casualidad (o la causalidad, depende de con qué visión se mire), y que al principio no parecen ser algo extraordinario: una cantautora y un batería comenzaron a trabajar juntos y a moldear “esas canciones que nacieron a guitarra y voz”. Sandra Merino, la voz, y Álex Gallego, la percusión, comenzaron buscando su sonido y produciendo canciones hasta que, de pronto, un día, nació “una manera de contar historias o de transmitir emociones o sentimientos y que la gente los sienta”. Ese día, esa mariposa batió sus alas y nació Merino. Y, dos años después, ha nacido “Piel, equilibrio y humo”.
Sandra y Álex son Merino
Antes de ser Merino, Sandra y Álex nacieron como músicos gracias a otros hechos que no parecían insólitos pero que les dejó huella para toda la vida: “La artista que siempre he tenido como referente, desde el 2010, una cosa así, fue Zahara, y luego quizás Carmen Boza. Fueron dos artistas que me hicieron querer aprender sus canciones con la guitarra, sacarme todo su repertorio, y me picó el gusanillo, a través de ellas, de prepararme yo un repertorio propio, de componer y de salir de concierto”, contaba Sandra Merino sobre sus inicios en el mundo de la música. La otra cara de Merino, Álex Gallego, que confiesa contar esta historia en “todos los conciertos”, no dudaba en quién fue esa persona que le hizo querer dedicarse a la batería: “Yo empecé a tocar hace seis/siete años, gracias a ver a Álex Moreno. A día de hoy es el batería de Amaral pero, cuando yo lo conocí era batería de un grupo ‘garajero’ que se llamaba Sin Rumbo. Fue él el que, cuando lo vi, diera un vuelco a mi vida y decir: “Yo quiero hacer esto también””.
Una vez nacido este dúo madrileño, había dos opciones: o que un hecho o sonido de otros artistas influyera en el suyo o que naciera de ellos mismos. “¿Sabes qué? Escuchamos tanta música… Un día vamos en el coche escuchando a Bad Bunny, otro día a Iván Ferreiro, otro día, de repente, pues Amaral… Es difícil encontrar una referencia clara. Por lo menos a la hora de producirlas, no solemos buscar nada parecido”, reflexionaba Álex. Sí que es cierto que la gente que les escucha les encuentra parecidos o “tintes” con otros grupos o artistas. “A ver, estamos, dentro del pop, porque al final, las canciones cuando se componen a guitarra y voz están dentro del género pop”, admitía Sandra, pero, “nos ha ayudado mucho nuestro productor, Fernando Boix, a encontrar esos sonidos que nos gustaban o a los que queríamos acercarnos y no sabíamos bien cómo integrarlos a las canciones. También fue trabajo de los tres encontrar un poco el camino que queríamos seguir”.
Merino en cuarentena
Como a todo ser humano de este planeta, la pandemia, lamentablemente ha truncado los planes de todos para este 2020. Merino tenía previsto, en un primer momento, la “Gira 2020” de presentación con la que tan sólo llevó a cabo cuatro fechas, siendo Cádiz la última ciudad en la que cantaron.
Dicen sentirse, dentro de todo lo malo, “afortunados”, ya que ningún familiar ni nadie cercano a ellos han sido directamente afectado por la enfermedad, y que eso les hizo darse cuenta de que “el resto podía esperar y que, poquito a poco, se iría retomando”. No obstante, el tiempo confinados no lo han desaprovechado. Hicieron cosas tan del día a día como pintar la casa o hacer donuts, pero también dejaron, para alegría de sus seguidores, un segundo disco casi listo para meterse en el horno y terminar de cocinarse.
En su Instagram, además de hacer directos durante el confinamiento para sus más de cinco mil seguidores fieles a su música, dejaron dos nuevas canciones que no forman parte de este primer disco: “Cadaqués”, que justo el día de la entrevista habían terminado de grabar en Valencia, y “La habitación de enfrente”. “Tenemos cinco que están casi seguras que van a ser parte del segundo disco y dos son “La habitación de enfrente” y “Cadaqués””, anunciaba Sandra. Ahora que el primer disco ha salido fuera, tienen como plan sacar estas canciones como singles, para ir preparando el cuerpo a sus oyentes y así “no parar”.
El nacimiento tardío de “Piel, equilibrio y humo”
La llegada de la pandemia sí que fue un hecho extraordinario, insólito e inesperado y sí que causó un cambio de gran magnitud, tanto en aspectos globales como cercanos. A Merino, concretamente, les retrasó el lanzamiento de su álbum debut un mes y medio. Pero nunca es tarde, y el pasado 3 de julio llegó a las plataformas digitales “Piel, equilibrio y humo”, que analizamos hace una semana y que está teniendo una gran acogida: “Se está escuchando más de lo que pensábamos. Mucha gente nos escribe, nos da ‘feedback’, nos pregunta por canciones… La verdad que está siendo muy guay”, celebraba Álex.
Para compensar que la presentación del disco no pudo ser el 25 de mayo de la sala Galileo, Merino decidió, cuando ya se podían hacer reuniones de menos de diez personas, invitar a seis afortunados a su sala de ensayo en Madrid a disfrutar de un concierto íntimo: “Fue muy bonito. Hicimos las canciones del disco, contamos un montón de curiosidades… Pero ya era más una reunión de amigos en las que se creaban conversaciones de cualquier otro tipo. Ya era como el salón de casa con amigos”, contaba Sandra.
“Femme”, un himno en favor del feminismo
Una semana antes de nacer “Piel, equilibrio y humo”, Merino decidió soltar el último aperitivo de los entrantes: “Femme”, toda una reivindicación de los derechos de las mujeres que nació, como contaba Sandra en Instagram, tras ella acudir a la manifestación del 8-M en 2019.
Como la pandemia había pospuesto sus planes, quizás “Femme”, cuyo videoclip está en proyecto, también había nacido más tarde del 8-M de 2020 por la misma razón, sin embargo, el grupo admite que “queríamos sacarlo en cualquier otra fecha porque creemos que hay que visibilizarlo en cualquier otra fecha del año. Vamos, todos los días del año”. Con “Femme” han querido que se volviera a la nueva normalidad “dándole importancia al 8-M, no quitándosela o culpabilizándola” como se ha hecho en debates en los últimos meses.
“Piel, equilibrio y humo”: el orden de la música y las letras
Hacer un buen disco no es tarea fácil. Cada decisión influye directamente o indirectamente tanto en sus intérpretes como en la persona que lo va a escuchar. La selección de canciones, el orden, su sonido, las transiciones, la línea argumental en conjunto y por separado… Todo son factores importantes que dan un valor diferente a un disco en función de esas decisiones.
El orden de las canciones de “Piel, equilibrio y humo” fueron elegidas muy cuidadosamente para contar algo muy claro: “El orden es un poco lo que intentamos generar con los conciertos: es esa montaña rusa de emociones. Tardamos bastante en conseguir el orden y en definirlo”, contaban los integrantes de Merino. “En lo que sí que coincidíamos era en que “Hacia Otro Lugar” abría el disco y “Etérea Melodía”, lo cerraba”, confesaban. “Era como ese “salir del miedo” y “llegar a casa y quedarte tranquilo””.
En un disco lleno de gran variedad de temas y temáticas, para Álex, la canción que más le ha emocionado de “Piel, equilibrio y humo” es “Hacia Otro Lugar”: “Lo sigue haciendo y no sé si algún día dejará de hacerlo. Es tocarla u oírla y es que se te caiga la lágrima”. Y para Sandra lo es igual, pero “para emocionarme de alegría”. Fue la primera canción que sonó en el primer concierto del grupo en la Galileo Galilei de Madrid en octubre del año pasado.
Pero no sólo el sonido es diferente en todas las canciones, llegando incluso a usar sonidos ambientales metafóricos, sino también las letras, llenas de mensajes profundos, que componen y que pasan por su proceso creativo: “El proceso suele ser, que no siempre, apuntar frases o escribir versos o estrofas en las notas del móvil y generar ideas a raíz de ellas. Y luego otro día sentarme con la guitarra y ponerlas en orden”, contaba Sandra. Pero ahora han añadido otro nuevo orden: “Una de las últimas canciones que hicimos sale de que Álex escribió un texto largo sobre algo que le inspiró”, comenzó Sandra contando, “y a través de eso, Sandra consigue convertirlo en una canción”, terminó Álex. Merino es un dúo que prefiere trabajar la letra y después decidir en función de ella la melodía que debe acompañarle, aunque, no dudan en trabajar con otras personas para darles el toque perfecto.
“Dilemas en la oscuridad”, su videoclip simbólico y reivindicativo
Merino no solo trata temas como el amor propio, los malos momentos o la incertidumbre de la vida, también pone en tela de juicio otros muchos actos y sentimientos del ser humano. Ejemplo de ello es “Dilemas en la oscuridad”, su único tema con videoclip que “habla de un conflicto entre dos personas que se puede llevar a muchísimos terrenos”.
El dúo madrileño decidió llevarlo a un tema más de banderas y político que reflejaron en un videoclip lleno de símbolos y colores que cuentan como “dos ideologías o dos maneras de pensar diferentes se enfrentan y a veces alejan a las personas”. Con ello querían dar prioridad a la relación entre dos familiares o dos amigos y que “nada debería de estar por encima de dos personas que se quieren”. “En un abrazo, no hay bandera”, recalcaba Álex del videoclip.
La salida del videoclip de “Dilemas en la oscuridad” se produjo en el último trimestre de 2019, y muchos meses después, con una pandemia de por medio que parece haber silenciado este conflicto, no parece que el diálogo haya aparecido tampoco. “Ahora el tema candente no son las banderas, pero tienes otros más evidentes. Ves como la gente se enzarza y entra en conflicto y se pierden lazos, que es lo que contamos nosotros”, respondía Álex. No creen que la situación haya mejorado, pero con el hecho de sacar canciones que pongan el tema en la mesa, ya sienten estar colaborando y mejorando: “Que alguien vea el videoclip o se escuche “Femme” y varias personas debatan sobre ello y no discutan, ya ha servido de algo”, concluía Sandra.
Los próximos planes de Merino
Después del disco, siempre llega la gira. Pero, tal y como están las cosas, nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá en los próximos meses. Merino está a la espera de cómo van sucediendo los acontecimientos pero “ponen el foco” en Madrid en septiembre para poder empezar a promocionar “Piel, equilibrio y humo”. “La idea es intentar retomar todo en septiembre y llevarlo a las máximas ciudades posibles”, declaraba Álex.
Mientras tanto, Merino no va a quedarse quieto durante la espera. “De hecho tenemos ahora mucho material que sacar para este verano y para septiembre. Quedan todavía directos de Galileo de canciones que todavía no hemos publicado, un par de acústicos, grabando ahora “Cadaqués” en el estudio hemos grabado un documental de cómo se vive allí esos días, cómo se hace una canción y demás...”, anunciaba el dúo. “Además, “Cadaqués”, la idea es sacarla cuanto antes. Lo mismo la sorpresa llega en un par de semanas”, adelantaba Álex.
Los objetivos y las metas de Merino
Merino sabe qué quiere transmitir con su música y a dónde aspira llegar con ella.
Con la primera cuestión, tienen claro que quieren que su público “sienta”. “Al final son unas canciones que están hechas con mucha verdad, con cosas que nos han pasado, que hemos vivido y que hemos sentido”, empezaba Sandra. “Que les ayude a curar emociones y sensaciones. O a vivirlas, o a revivirlas o a celebrarlas. En el fondo es eso, que ese mensaje le llegue de la manera que le llegue a cada uno y que haga el efecto que tenga que hacerle a cada uno”, terminaba de apuntar Álex.
Con la segunda, tienen claro el plan a trazar pero desconocen la meta: “Queremos ir creciendo poquito a poco. Que se vaya uniendo cada vez más gente y tocando cada vez en sitios más grandes. Y, sobre todo, ir evolucionando nosotros como personas a través de la música y que la gente que nos vaya siguiendo, evolucione con nosotros”, dejaba claro la cantante. “¿A dónde? Pues simplemente ir creciendo. Tampoco hay un objetivo claro. Al revés. Es un poco como que el objetivo está ahora, que día a día podamos seguir siendo felices y vivir de la música como vivimos ahora mismo, que es la mayor de las suertes”, reflexionaba el batería. “Está clarísimo que, sí o sí, lo que vamos a hacer son canciones durante toda la vida”, decían teniendo claro cuál es el camino, sea más grande o más pequeño, pero sabiendo que el final dependerá de todos esos aleteos de la mariposa que influyan directa o indirectamente en su carrera.
Además, Merino cree firmemente que como dúo y como banda pueden adaptarse a cualquier tipo de escenario. Han cantado tanto en salas grandes como en salas pequeñas, como en bares de copas con no más de treinta personas en el público o en festivales con luces. “Intentamos hacer todos los extremos porque también forman parte del disco. Estamos en Galileo con las luces haciendo un show con humos, con confeti, con todo y de repente, estamos en un formato más desnudo en una sala en Cádiz y es genial para nosotros”, afirmaba Álex.
¿En qué momento del día se debe escuchar a Merino?
Existen canciones y cantantes que son para momentos específicos del día: algunos son para por las mañanas, otros para leer, otros para el atardecer, para un domingo recién levantando… La gran variedad de temas de Merino es difícil de encasillar en un solo momento y por ello recomiendan un par de ellos: “Lo veo para la ducha, para el coche, para limpiar la casa también lo veo muy bien…”, afirmaba Sandra. Álex secundaba la idea del viaje en coche: “Típico viaje que haces un viernes por la tarde a la casa de un familiar o de repente a la playa con amigos… Para mí sería el momento que me pondría este disco si no fuera mi disco”, decía entre risas.
Lo que tiene Merino que no tiene otro dúo
Lo que tiene la marca Merino, además de “La voz de Sandra" como contestaba sin titubeo Álex, es que ellos cantan “desde lo que nos nace”. “Como dice Bad Bunny, entre comillas, hacemos “lo que nos da la gana””, apuntaba el batería. Están muy a gusto con lo que hacen, con cómo lo hacen y con cómo su primer disco tiene esa variedad y personalidad propia. “Hablamos mucho de crecimiento personal”, introducía Sandra hablando de las canciones: “A veces busco canciones de este terreno, de superar a lo mejor un mal estado contigo misma de ansiedad o de cómo superar cosas de uno mismo, del amor propio…”.
Lo que tiene Merino que no tiene otro grupo es eso: Crecimiento personal, sentimientos para compartir con el público y, como dice Bad Bunny, la posibilidad de hacer lo que les da la gana, lo que les nace de dentro.