Hemos tenido el placer de entrevistar a la escritora catalana Lorena Franco, que tras trabajar durante años en la pequeña y en la gran pantalla con proyectos tan conocidos El secreto de Puente Viejo, se ha hecho un hueco en el mundo de la literatura con publicaciones de libros como La memoria del tiempo o Quédate conmigo. El pasado febrero  presentó El último verano de Silvia Blanch, una emocionante novela de suspense y misterio con la que ha podido volver a saborear el éxito y la admiración de los lectores.

P: ¿Cómo se siente con todo el apoyo que ha recibido de la mano de su último libro, El último verano de Silvia Blanch? ¿Se esperaba esta repercusión?

R: Muy contenta y, sobre todo, muy agradecida con cada lector que se ha adentrado en la lectura de este libro. Nunca sabes cómo va a funcionar, pero estando detrás una editorial tan potente como Planeta, que ha depositado la misma confianza que tenía yo en esta historia, auguras que va a ir bien, y así ha sido. 

P: ¿Cuál es el punto de partida de la historia? ¿Dónde cree que se encuentra su esencia?

R: Aunque la desaparición de Silvia Blanch se inicia en 2017 con un sinfín de especulaciones, para mí da comienzo cuando Alex llega al pueblo de Montseny, donde no es bien recibida, para escribir un artículo un año después. La esencia de esta novela es la voz de Alex, sin lugar a dudas; cómo te mete dentro de una historia que, en cierto modo, no le pertenece, pero cada paso que da es un acercamiento a Silvia. Por otro lado, el lector siempre juega en ventaja, porque conocerá el punto de vista, el pasado de Silvia, que no es para nada tan perfecto como lo quieren pintar. La esencia también se encuentra en esos secretos que todos ocultamos, en el hecho de que nunca llegamos a conocer 100% a las personas, ni siquiera a las más cercanas, y en el transcurso del tiempo. No es una trama que se resuelve en semanas, ni siquiera en meses, sino que hay una evolución de los personajes principales a lo largo de los años.  

Fuente: El País

 

P: En la novela, Alexandra Duarte evita en todo momento el sensacionalismo que caracteriza a algunos medios de comunicación cuando una desaparición se hace mediática. ¿Ha querido hacer una crítica a través del personaje?

R: Sí. Porque me duelen las especulaciones y el interés mediático que general algunos casos, especialmente los de gente anónima, cuyo interés para los medios no solo es el de informar, sino el de mostrar el morbo y el dolor de los implicados para generar más audiencia que, como dice Alex, a veces es lo único que vale.

P: ¿Qué libros o autores le han inspirado a la hora de escribir este thriller?

R: Ninguno. Cada novela tiene su trama y su propia voz y, en este caso, me han inspirado desapariciones reales, personas de las que no se ha vuelto a saber nada. Hay novelas que han marcado mi vida como El guardián entre el centeno o Los renglones torcidos de Dios, autores como Patricia Highsmith o Agatha Christie... pero al final, cada autor encuentra su camino sin más inspiración que la que surge de su propia cabeza.  

P: ¿Cuánto tiempo pasó desde que comenzó a idear la historia de El último verano de Silvia Blanch hasta que el proyecto vio la luz? ¿Cómo fue el proceso de escritura?

R: Dos años. El proceso de escritura fue fluido, orgánico, surgió de una manera muy natural gracias a Alex, un personaje al que le he dado mucho de mí, el que más. Disfruté muchísimo de esta historia de principio a fin, por lo que tengo un recuerdo muy bueno de lo que ha terminado siendo El último verano de Silvia Blanch, y ahora espero que quienes lo lean, lo disfruten tanto o más.  

Fuente: Instagram Lorena Franco, Verdmint

 

P: ¿Diría que los personajes que acaban siendo los protagonistas de sus libros son completamente ficticios o hay algo de usted en ellos?

R: Es inevitable, siempre dejamos algo de nosotros en ellos, pero normalmente, en mis anteriores libros, intentaba hacerlos diferentes a mí, alejarme para darles su propia esencia. Solo en el caso de Alex, la periodista que se obsesiona con la desaparición de Silvia Blanch, aunque no esté de acuerdo con algunas de sus acciones, sí me permití crearla un poco más parecida a mí.  

P: Antes de lanzarse a publicar su primera novela, usted ya trabajaba como actriz. ¿Cómo fue dar ese paso del mundo audiovisual a la literatura?

R: Me recuerdo escribiendo y tramando historias desde que era una adolescente, así que sabía que algún día daría el paso de publicar, por lo que no me resultó extraño. A día de hoy, me conoce más gente como escritora y luego ven que he trabajado como actriz, una profesión que adoro, pero que ahora tengo apartada para estar más cerca de mi familia, algo que sí me permite la escritura. Al final, no son profesiones tan distintas; en ambas contamos historias, creamos personajes, vidas... con el fin de entretener, de calar. 

P: Si le dieran la oportunidad de que una de sus historias fuera llevada a la gran pantalla, ¿se embarcaría en ese proyecto? En tal caso, ¿qué novela le gustaría que fuera adaptada?

R: Sí, por supuesto. ¡Me encantaría! Me involucraría en la medida que me dejaran, ya se sabe lo complicado que es que algo así ocurra, y normalmente el autor tiene poco que decir, pero también es algo que aceptaría, porque a veces algunas escenas no funcionan en pantalla, en el guion, por eso son adaptaciones, no réplicas exactas del libro. Si tuviera que elegir una novela sería Perdida en el tiempo. Aunque ver a Alex y a Jan (El último verano de Silvia Blanch) también sería genial, emocionante para muchos lectores que han quedado prendados de ellos. 

 

P: Ha actuado en más de 35 cortometrajes, varias películas y series de televisión populares como Gavilanes, Centro Médico o El secreto de Puente Viejo. ¿Cree que su carrera como actriz ha podido influir en alguna de sus novelas?

R: Ha influido en las ganas de contar historias, en la posibilidad de tramarlas personalmente de principio a fin y decidir sobre todos y cada uno de mis personajes, algo que, como actriz, no se me permite tanto. He aprendido de guionistas y directores con los que he trabajado, buscando la verdad en personajes ficticios y en historias inventadas, en sus ganas y entusiasmo por la profesión. Sin embargo, lo que más me llena como escritora es la libertad absoluta que como actriz me faltaba. 

P: En anteriores entrevistas usted ha comentado que necesita creatividad en su rutina y que ningún día sea igual que el anterior. ¿Le está resultando difícil inspirarse para escribir esta cuarentena?

R: Me pilló trabajando en una novela y, durante las primeras semanas, me costó retomarla, centrarme en ella. Perdí las ganas y la inspiración. Sé que le ha ocurrido a muchos autores, es difícil ponerse a escribir en esta situación, concentrarse... Cuesta. Sin embargo, puedo decirte que he conseguido terminar esta historia de la que estoy muy orgullosa y que siempre la recordaré por las circunstancias. Espero que en 2021 llegue a vuestras manos y os guste tanto como a mí. 

P: Sabemos que quizás es pronto, pero ¿tiene algún proyecto futuro del que nos pueda desvelar algún detalle?

R: Detalles os puedo dar pocos de mi próxima publicación, si todo va bien, a principios de 2021 con editorial Planeta. ¡Crucemos los dedos! Lo que sí os puedo adelantar son las palabras de mi editora: es una novela MUY POTENTE. 

Fuente: Lorena Franco, Isasantosfoto