El mundo ha parado y nosotros con él. Todo está colapsado. Es la crónica de una crisis anunciada. Hace unas semanas, el Gobierno lanzó su lista de actividades esenciales. Esa lista frenó a más de medio país, quedando solo servicios básicos e imprescindibles: comercio alimentario, farmacéutica, transporte, servicios sanitarios (obviamente).

El sector textil, según el Equipo de Análisis del Observatorio Sectorial DBK de Informa, es uno de los seis sectores catalogados como “Impacto Fuerte”; junto a: turismo,  transporte, comercio al por menor no alimentario, bienes de consumo duradero y actividades de ocio y cultura.

Todos los sectores que afectan de alguna manera a la economía española han sido evaluados por la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE); analizando así las causas de su gravedad.

El informe menciona que las actividades de este sector, al proclamarse el Real Decreto 463/2020 del 14 de marzo, han sido totalmente frenadas. Es decir, al cerrar todos los comercios no alimenticios, por ejemplo Zara, las fábricas cierran y anulan su actividad. Sin embargo, se han habilitado servicios mínimos para que estas fábricas puedan confeccionar materiales como mascarillas y uniformes entre otros para los sanitarios y hospitales.

Este hecho es contraproducente para el sector, ya que se mantiene a flote por la novedad, por la producción constante. Ahora todo está parado, por mucho que los diseñadores y modelos pongan su grano de arena para que esto no pare. La verdad es, que sin algo tan insignificante como es una aguja e hilo, el mundo de la moda no sería posible.

Algo imprescindible para este mundillo, es cada mano de obra que hace posible cada creación. Con el ERTE, muchas personas están en una especie de limbo, donde no saben si cuando todo pase, y volvamos a un prototipo de realidad, podrán volver a su puesto de trabajo. Todos son conscientes de que esta crisis trae bajo el brazo un porcentaje de desempleo.

Entre otros, el sector de la moda es uno de los que más ayuda va a necesitar cuando la situación se estabilice. Está en nuestra mano que todo mejore y que cuanto sea posible se vuelva a la normalidad.