El pasado viernes el juicio cumplió su noveno día, hasta entonces Juan Carlos Quer ha asistido a todas las sesiones del juicio, en estos nueve días el horror y el rencor ha palpitado en el juzgado de Santiago de Compostela.
El magistrado que preside el juicio contra El chicle se ha visto obligado a expulsar a Juan Carlos de la sala tras la proyección de la reconstrucción del crimen de Diana Quer. Esta reconstrucción tuvo lugar el pasado 15 de junio de 2018, donde El chicle estuvo en los dos escenarios del crimen según él, el lugar donde se produjo el asalto y el pozo donde arrojó el cuerpo de la joven sin vida.
Todos los presentes en el juicio han sido testigos de las sonrisas que esbozaba el supuesto asesino mientras se veían escenas de la reconstrucción, pero no solo ha sido eso el motivo por el cual Juan Carlos Quer ha pronunciado “¡Podía haber sido tu hija!” a esas sonrisas se le ha sumado el momento de la reconstrucción en el que se ve el pozo oculto. El chicle desnuda a Diana, en este caso representado por un maniquí, atándola a los bloques para arrojar el cuerpo de la joven hasta el fondo del pozo, donde Diana permaneció casi 500 días, en ese mismo momento el padre de la joven se dirige hacia el presunto asesino pronunciando la frase nombrada anteriormente, todas las miradas se dirigen hacia el padre dolido, excepto la de ‘El chicle’ que se mantiene frío. Acto seguido el juez interrumpe: “por favor, salga de la sala, lo siento, salga fuera de la sala”
Juan Carlos Quer se ha pronunciado en Twitter disculpándose por lo ocurrido.
“ podría ser tu hija “, no puedo comprender como un padre puede hacer a una joven que podría ser su hija la atrocidad que hizo pasar a Diana, tras violarla y asesinarla, tirar su cuerpo a un pozo. Pido mis mas sinceras disculpas al jurado y al magistrado,no pude contener el dolor
— Juan Carlos Quer - Oficial (@JcQuer) November 22, 2019
El padre de la víctima lleva nueve sesiones sentado en la misma sala donde se encuentra el presunto asesino de su hija, conteniendo el dolor y con un único deseo, que el acusado salga de la sala esposado.
Es demasiado duro para un padre pasar más de cuarenta horas reviviendo el crimen de su hija, escuchando los testimonios del acusado, escuchando como fue asesinada, como fue arrojada al pozo y sobre todo uniendo, las sonrisas que esbozaba el acusado en varias ocasiones.
Todo el dolor acumulado ha superado hoy a Juan Carlos, mientras que El chicle ni se inmutaba, este dolor se ha podido ver representado en la Letrada, llorando en silencio mientras se proyectaba la reconstrucción del crimen y haciendo un esfuerzo por seguir interrogando a un asesino que se reía recordando la muerte de la joven, Diana Quer.