La irreverencia y transgresión del Carnaval de Cádiz llegan a Madrid
Fotografía: Turismo Madrid

La Maldición de la Lapa Negra y los Daddy Cádi, primero y segundo puesto respectivamente en el COAC 2019; junto con Viña Fashion Week y Las Niñas de Cadiz, dos de las agrupaciones más importantes de las conocidas como "chirigotas ilegales", acercan el trascendental festival gaditano a la calle de los grandes musicales. 

Estas "chirigotas ilegales" son las menos conocidas fuera de la cuna del carnaval; sin embargo, Las Niñas de Cádiz han querido demostrar que no hace falta nada más que ganas de cantar, "dos duros" y "risas inteligentes" para echarse a la calle. Eso sí, recomiendan al público "tomarse algo" para seguirles el ritmo. 

Ana, Alejandra y Rocío presentan parte por parte su "tipo", como se conoce al personaje elegido cada año para el carnaval. En este caso, una mujer separada que cuenta su historia, donde "cualquier parecido con la realidad es pura realidad", y quien las escucha, lo reconoce.

Una vez metidas en su papel y sin megafonía, como se hace el carnaval de calle, empiezan los cuplés cargados de crítica. Ellas avisan de que: "A priori no se busca el mensaje, pero en la mirada sale lo que ves." Y no hay nada más crítico que la mirada de mujeres irreverentes divirtiéndose, por lo tanto, a pesar de no incluir a conciencia contenido feminista, sus letras son subversivas. La mirada de unas mujeres que han tenido que aguantar que se las tomara por hombres, se les preguntara de qué comparsa "de verdad" eran sus novios, o que se pusiera en duda si ellas se escribían sus propias letras. 

Pero, estas mujeres gaditanas dan una lección parafraseando a Chavela Vargas: "No venimos a ver si podemos, sino porque podemos venimos." Con esto, pretenden recalcar la importancia de romper con los límites que cada una se auto-impone, consecuencia de una educación patriarcal de más de 2.000 años. Ellas han roto todo tipo de límites y llevan más de 12 años abanderando una agrupación y una compañía de teatro compuesta íntegramente de mujeres. 

Aun así, no consideran que eso sea tener suerte. La suerte, para ellas, consiste en tener toda la inspiración necesaria para sacar un buen popurrí. ¡Qué siga el espectáculo! El popurrí son un conjunto de canciones, de todo tipo, a las que cambian la letra para adaptarla a su tipo. En su creación se puede escuchar desde "La Llorona", pasando por "Malamente" o "El Chiringuito", hasta llegar al "Gracias por venir".

Ahora bien, antes de continuar con la función, es preciso avisar al público de que las letras tienen: "A cada segundo menos vergüenza." Esto enorgullece a las gaditanas porque esta es la esencia de las chirigotas ilegales: "Nos encanta el teatro de calle porque se nutre de la falta de prejuicios." Matizan que no está bien reírse de cualquier cosa y se alegran de los notorios avances en tolerancia de los últimos años; pero la calle les otorga la soltura y libertad que les niega lo "políticamente correcto".

Por esto y mucho más invitan a lo que consideran un espectáculo intergeneracional: "El Carnaval de Cádiz son risas pensando con contenido, es un humor sensible a través del mundo, es una mirada crítica que pretende resonar en la actualidad." No hay resistencia posible ante tan inteligente manera de cuestionar los cimientos de la sociedad; por ello, tampoco hay dudas de que el próximo domingo 7 de abril a las 12:00 horas, la Gran Vía resonará en una gran carcajada sin tapujos llegada desde La Caleta.

 

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