"Las personas que lleven gorra, sombrero, gorro, capucha, pañuelo... La cabeza tapada no pueden entrar", tras esta afirmación, el personal de seguridad de la tienda Zara de Yvelines (París) le impedía la entrada a una joven con hiyab.
Se trata de una escena que refleja el constante pánico y tensión en la que el EI ha sometido a la capital francesa tras el pasado atentado del 13N. Las desmesuradas medidas que algunos comercios, bares o restaurantes y salas de conciertos se han visto obligados a tomar, están dando lugar a cierta polémica en la propia sociedad parisina.
Ante este particular caso, el CEO de Zara en el país, tuvo que explicarlo a través de unas declaraciones en las que dejaban claro que se trataba de un error. La responsabilidad ha recaido en la empresa gestionadora de la tienda. Por tanto, la acción fue una iniciativa desafortunada de la empresa de vigilancia, según palabras de Jean-Jacques Salaün, que no sólo ha comparecido antes los medios para aclarar el error sino que se puso en contacto por vía telefónica con la joven, para pedirle disculpas en nombre de la empresa.
Desde la cúpula, Inditex ha confirmado que tanto la persona de seguridad como el gerente involucrado en esta desagradable escena han sido despedidos.
La decisión tomada por dicho personal de seguridad iba en contra de la única ley francesa que rige el asunto. Sólo está prohibido el uso de prendas que oculten el rostro por completo como el burka o el nicab.