Sigue ayudando a las bolsas europeas la política expansiva del Banco Central Europeo. En el caso del Íbex es la cuarta semana consecutiva con alzas, que sitúa al selectivo en cifras máximas desde 2010, con 11.749 puntos, lo que significa un aumento del 1 % en los últimos cinco días. Contrastando con la situación europea, como si fuera un juego de suma cero, cada vez son más insistentes los rumores de subida del tipo de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, debido a la mejora sustancial de la tasa de paro y los datos macroeconómicos del país. Esto hace que inversores de Estados Unidos trasladen sus maniobras a Europa, unido a la caída del euro frente al dólar (situado en 1,06 ya) han propulsado que todas las grandes bolsas europeas han cerrado con beneficios y siguen el ascenso desde que el BCE comenzara a comprar activos de los estados europeos, la francesa se encuentra en máximos desde 2008 y el FTSE italiano alcanza cifras de 2010. Esto, por supuesto, no significa que toda la economía en conjunto esté en cifras anteriores a la crisis.
El sector bancario frena al Íbex
La nota negativa de la semana en el selectivo la pusieron los valores bancarios, en especial en la sesión del viernes. Santander arrastra todavía las consecuencias de su ampliación de capital al mismo tiempo que agencias internacionales recomendaban vender acciones del banco rojo, mientras Banco Popular se despertaba con la noticia del informe de Crédit Suisse que valoraba en 3,30 euros sus acciones, mientras que en la actualidad valen 4,64 euros.
El petróleo se mantiene estable, con el barril de Brent en los 57 dólares, mientras el bono español a diez años ha tenido una semana con muchos altibajos, situándose entre el 1,23 y el 1,28, con la prima de riesgo en los 107 puntos aproximadamente.