Después de tres años de sequía musical, el barcelonés de nacimiento y madrileño de adopción como él mismo reivindica en una de sus canciones, vuelve al panorama nacional con 12 temas que respiran una palabra por los cuatro costados: Rock.
Rubén mantiene viva la esencia de los Beatles y los Stones y nadie lo puede negar. Con la producción de Nigel Walker con el que ya trabajó en Pereza, ha buscado un sonido más limpio y armonioso que en su anterior trabajo, sin embargo, quizá no ha sido su mayor acierto ya que la forma de tocar y su timbre de voz no son los más adecuados para este tipo de producción, resultando un disco forzado por momentos, aunque desde una perspectiva general quede como una simple anécdota.
Profundizando en las canciones, nos damos de bruces con un álbum rico líricamente, para paladares exquisitos, que lo consagran como uno de los mejores contadores de historias de nuestro país. Canciones como Me quieres destrozar o Todo palante ejemplarizan el rock canalla característico de Rubén, siendo la primera un potente single y la segunda una posible candidata para ser el siguiente, con solos de guitarra que recuerdan a los Stones y melodías para tararear durante horas.
Con Entre tú y yo da un giro de tuerca a lo contado anteriormente y nos encontramos con una historia clásica de cantautor y su dilema entre su musa y las canciones guiado todo por una armoniosa guitarra acústica que hace de esta canción una auténtica pieza de coleccionista para los verdaderos amantes de este género.
En definitiva, este álbum consagra a Pozo como el verdadero representante del rock de género español, heredero de grupos emblemáticos como Burning y Los Ronaldos, seguro y con paso firme, para quemar con su guitarra todos los garitos y salas del panorama nacional.
Aquí podéis ver el videoclip de su primer single Me quieres destrozar.