Maldita Nerea vuelve a nuestros oídos y a los escenarios para emocionarnos y sorprendernos con su séptimo álbum de estudio: Manual para seres maravillosos. La obra, lanzada a finales del pasado año 2023, cuenta con diez canciones originales y un bonus track (Te prometo libertad), junto con las ilustraciones de Óscar Perales. Emplea la tortuga, símbolo característico del grupo y nombre de sus fans, como isla central. A su alrededor giran los diez seres maravillosos (uno por canción). Esto, como veremos posteriormente, hace alusión a la importancia del “nosotros” en la música, por encima del “yo”, convirtiendo al público en protagonista.
En Vavel, hemos tenido el placer de entrevistar a Jorge Ruiz, fundador, compositor y cantante de la banda Maldita Nerea. Además de los fines renovadores, poéticos y emotivos detrás de esta obra de arte, el grupo español ha ido mucho más allá, apostando por la educación con un nuevo proyecto. Hablamos del Concurso Inevitable, en el que los colegios de todo el país podrán versionar el single, de igual título, tan sincero y tierno, sobre el amor.
Entrevistando a Jorge, hemos tratado temas como su compromiso con la educación, la inspiración y el proceso creativo, la maduración personal y profesional detrás de cada disco o el impacto que genera en un artista vivir un hit detrás de otro. Además, ha compartido con nosotros unos sabios consejos para todo aquel que se aventure a despegar su carrera musical. Y, ¿qué mejor que dejar que él mismo os lo explique todo?
Entrevista a Jorge Ruiz, de Maldita Nerea
¿Cuál es el concepto de Manual para seres maravillosos?
Pues, es un disco distinto en mi carrera. He tenido una gran crisis creativa, y creo que la he resuelto. Básicamente, lo que intentaba era seguir haciendo canciones que fueran efectivas. Mi intención es siempre que el público las cante. Y eso cada vez resulta más difícil o, al menos, así lo veía antes del disco.
Intenté escribir sobre conceptos importantes para mí, para el ser humano, y asociar a cada canción un concepto. Y, luego, eso tuvo una traslación en un personaje. Por eso, en Manual para seres maravillosos, cada canción es un ser maravilloso.
Entonces, la canción más emblemática de este disco es Inevitable, cuyo concepto es el amor. Y es que, yo creo que el amor es lo que nos distingue. El amor humano es algo imprescindible, pero, curiosamente, no se puede ni medir, ni contar. No se puede racionalizar el amor. Lo mejor es sentirlo. Como mi idea era hacer una canción enfocada al aula, a la educación, la canté con una niña pequeña, e hicimos este concurso para seres maravillosos, para los colegios, que está saliendo, la verdad, bastante bien.
Inevitable, que es además uno de los singles con los que has presentado este disco, la cantaste con tu hija, Mía, ¿verdad?
Sí, aunque no estaba premeditado. Canta también Bruno, que está en los coros. Pero el desparpajo, esa inocencia, esa falta de vergüenza que tiene mi hija quedó registrada y, yo creo que se va la canción a otra dimensión.
Y, en relación con el aula y el Concurso Inevitable, sabemos que eres terapeuta y que siempre has tenido un compromiso muy fuerte con la educación, como base de la sociedad futura. ¿Esto ha estado presente en toda tu trayectoria musical?
Yo siempre digo que la educación me encontró a mí. A mí me encanta que el proceso básico evolutivo del ser humano es la educación. La educación empieza, no en los colegios, sino en el vientre materno. Por eso, Madre es otro tema central de este disco.
Y es un proceso, la educación, que no acaba nunca, porque el cerebro es tan plástico que puede seguir aprendiendo hasta la senectud. Sin embargo, tendemos a verla como algo encajonado en una etapa pequeña de nuestra vida, y yo creo que eso es un error. Y, luego, es un proceso completamente fundamental, como tú bien has dicho, para las sociedades modernas. Sobre todo, por la cantidad de estímulos e información que tenemos, que no de conocimiento. La información es rápida, el conocimiento es lento. Entonces, es importante subrayar el proceso educativo, que tendría que estar mucho más valorado de lo que está.
Así que, mi granito de arena, mi manera de aportar valor al aula es haciendo canciones que digan cosas valiosas. La primera es Inevitable; aunque muchas de mis canciones ya habían entrado en el aula, como Hecho con tus sueños o En el mundo genial de las cosas que dices, que son temáticas que a los profes y a las seños ya les habían interesado. Esta es la primera vez que yo me enfoco en hacer algo, a ver si había suerte y, lo querían y lo amplificaban. Y sí, sí lo están haciendo.
Has mencionado la canción Madre, con frases preciosas como "La verdad detrás de cada verso". Hay otros temas como Duele, Lágrimas o Nosotros, donde has innovado, apostando por la lírica y la música, pero manteniendo tu esencia. ¿Cómo ha sido ese proceso creativo?
Yo sé que ha habido innovación porque la forma y el lugar desde el que están escritas las canciones han sido totalmente inéditos para mí. Y es que, al final, el problema que tienen el verso y la poesía es que acaban siendo pensados; versus la primera etapa de todos los artistas, que es más intuida que razonada. Entonces, en este disco, yo ya veía que, razonando o con mi ingenio, eso ya no valía. No me gustaba y no me llenaba. Ahí es donde se produjo la ruptura.
¿Por qué estas canciones son diferentes? Porque es donde yo encuentro una nueva fórmula para componer que es desde la entrega. Es decir, no es desde la inspiración, sino desde la espiración, que es la entrega. ¿Esto qué significa? Que no lo pienses tanto, déjate llevar. Este proceso solo lo he podido hacer usando como herramienta la meditación sedente, silenciosa y muy antigua. La he recibido a través de un gran escritor, Pablo d'Ors. El libro que ha sido determinante para mí, y que recomiendo a cualquier compositor, con el que, si no conectas ahora, ya lo harás, se llama Biografía del silencio.
¿Por qué es importante? Porque el silencio es lo que compendia todas las notas, es la madre de todas ellas, volviendo a Madre. Entonces, en vez de querer tocar, producir, hacer…, como la mayoría de músicos, lo que hay que hacer es justo lo contrario. Por lo menos, es lo que yo he tenido que hacer en este disco. Y callar a un músico, es una cosa completamente transgresora, es difícil.
¿Desde qué perspectiva escribes Madre? ¿Te ves reflejado en ella, ahora que eres padre?
Desde donde yo la he escrito, no ha sido tanto como hijo. Sino un proceso paralelo que he vivido yo sobre la maternidad en sí. Es otro punto de vista. Yo como hijo no viví todas esas cosas que dice la canción, o al menos, no lo recuerdo. El verso "Ella vive en mí" es literal, la genética de tu madre está en ti, lo quieras o no.
Creo que con esta canción, mucha gente se va a sentir emocionada, pero yo lo que quiero es significar el proceso de maternidad como algo esencial para el ser humano.
Porque, para mí, uno de los problemas más graves de la educación en la actualidad es que no se da lugar a las madres. La presión a la que todos estamos sometidos a diario se multiplica durante los nueve meses de embarazo, y luego sigue. Creo que existe una grave falta de apoyo a la maternidad, y que estamos muy lejos de todo lo que se podría hacer con todos los conocimientos que tenemos.
Háblanos de la inspiración de Duele. ¿Qué te pasó con la bici?
En Duele, efectivamente, me dolió mucho, cuando me atropellaron. El atropello fue antes, en La increíble historia entre tú y yo. Pero después de esa canción es cuando vino realmente, digamos que, la crisis compositiva, que se manifiesta de manera más intensa en Duele.
Al escribir, a mí me interesa más la luz que la oscuridad, pero en Duele no hay luz por ningún sitio. El retrato del fondo del pozo tal cual. Es además un ejercicio de entrega, de abandonar la posición de ver la luz cuando no la veía. Realmente lo pasé muy mal, muy, muy mal; pero el dolor es un proceso necesario para el crecimiento.
Es la canción que más stream está teniendo de manera natural, y yo creo que la gente ha conectado porque estamos viviendo momentos muy dolorosos, sin motivos aparentes. Me refiero a que, a la humanidad, objetivamente, le va bien. Sin embargo, el dolor está muy presente, y cometemos errores, como anestesiarlo con analgésicos o evadirnos con otras sustancias como el alcohol. Y el dolor, hay que sentirlo, hay que procesarlo, vivirlo y sentirlo, no es gratuito el dolor.
Entonces, al igual que en la música debe haber silencios, aunque parezca contradictorio, en la vida no todo es luz, también hay oscuridad, y eso es lo que quieres hacer ver en Duele, ¿no?
Sí, no lo conseguí. Mi música no es muy habitual en el pop por eso. No escribo del desamor, ni de lo mal que estoy. Pero en Duele no, no me escapé. Es una canción con una poesía, creo que muy sugerente. Me costó mucho escribirla, pero, ahí está.
Y hablando de hits como El secreto de las tortugas o Perdona si te llamo amor, y otros muchos que has tenido a lo largo de tu extensa carrera musical, ¿cómo han impactado en tu vida personal y profesional? ¿Ha tenido que ver esto con tu crisis de inspiración?
Pues, es que, lo bueno, y lo malo, de ser compositor, es que siempre tienes la aspiración de crecer. Normalmente, se identifica crecimiento con los números. Pero, es imposible gestionar los números. Porque la industria musical, por ejemplo, es una desde que irrumpió YouTube; fue otra cuando irrumpió FaceBook e Instagram; y ahora es otra desde que llegó TikTok. Y luego, el streaming lo ha democratizado todo, y ha devaluado la obra. En el sentido de que se publican unas 100 mil canciones semanales en el mundo. No todas son buenas canciones, de hecho, no todas son canciones.
Entonces, eso crea, por un lado, una maraña de ruido; y por otro lado, un escenario de oportunidades para gente como yo, que las busca. Yo, lo que intento es crear nuevos escenarios con mi música, en los cuales seguir desarrollando mi faceta compositiva, que es lo que me hace estar más vivo y más inspirado.
Cuando tú quieres crecer, no te paras. Si te paras, de hecho, tienes un problema, positivamente hablando, en mi opinión. Entonces, este desierto, a mí me ha servido para desarrollar mi ingenio, y en este caso para encontrar la entrega y el silencio como herramientas de composición. Un compositor que no entiende el silencio está muy perdido. Tienes que ser capaz de callarte, y a mí me encanta hablar, así que imagínate.
Este disco me ha puesto en mi sitio. Si me creía que sabía algo, el disco me ha dicho que no sé nada. Y eso me mantiene activo. Yo sigo pensando que mi mejor canción aún no está escrita.
Es eso de "vivir en la canción siguiente", ¿no?
"Vivir en la canción siguiente", sí, sin que sea una neurosis, ¿eh?
Es decir, si las canciones, al final, son el género de oportunidad, de vivencias. Inevitable, por ejemplo, cuando la hice, enseguida pensé que era una canción muy, muy grande. Si tú miras los números, no lo parece. Pero, si tú ves el concurso, y los "cincuenta y pico" colegios que se han apuntado y lo que han hecho con la canción, te das cuenta de que sí lo es. Muy por encima de lo que yo pretendía. Porque está hablando de "la más valiosa, clara y pura variable". Entonces, yo quiero pensar que esta es una canción muy grande, y esto es como acaba, no como empieza.
En tu carrera musical, también, imagino que habrás tenido que aprender a confiar tu proyecto en otras personas. ¿Qué otros valores te ha proporcionado la música que querrías destacar?
Pues, el más grande es el Nosotros. Como dice […] un autor que me encanta, "si la música está hecha para convocar, y el concierto es una ceremonia, nosotros (los músicos) somos los sacerdotes". Eso me encanta porque es verdad. Si tú vas a un concierto, hay cierta liturgia. Y cuando sale el artista todos saltan, cantando lo mismo. Fuera del ámbito religioso, porque yo no soy religioso, pero sí muy espiritual, me encanta esa metáfora.
La he vivido en el “nosotros”. Fíjate que el mundo del pop es el mundo del “yo”, todo el rato el artista. Y a mí eso me cansa, me agota. Yo prefiero el “nosotros”.
Y ese es el valor más grande que yo he entendido con esto. Es un valor ancestral. De hecho, la especie humana se ha convertido en lo que es con la fuerza de la unión. Porque no somos más fuertes que un león o que un tiburón, somos bastante “enclenques”. Sin embargo, con la fuerza del “nosotros”, de la comunidad, hemos conseguido lo que hemos conseguido.
Eso es lo que da realmente fuerza y valor a la estirpe del músico.
¿Sientes entonces que cuando una canción conecta con un público, ya no es tuya, sino de todos?
Sí, es un poco también lo que buscaba con Inevitable. Si esta, que es mi definición del amor, en 2023, los niños la cantan, tiene mucha más fuerza que si la canta un adulto. Y, por suerte, los adultos la entenderán un poco más y escucharán un poco más, porque la canta un niño.
Esto, que es “maquiavélicamente” maravilloso, si se me permite el juego de palabras, sucede. Y eso es lo que me mantiene a mí vivo. Y digo, “¡ostras!, no estoy tan loco, ¿no?”.
Y es una maravilla ver a los críos cantando “Cuando vibra, fluye y sale volando hacia ti” con el fraseo marcado. Eso me hace sentir muy bien. Significa que el valor está dentro, y les gusta tanto que lo amplifican.
¿Qué nos puedes decir de la gira?
Empezamos ahora, en febrero. Las dos primeras ciudades son Oviedo y Santiago, previas a la “tortuga” más grande del mundo, que es el WiZink Center. Estoy muy feliz porque todo pinta que se va a llenar, y hablo del formato completo.
Y luego, amenazamos con no parar. También vamos a Córdoba, que es una ciudad que hace mucho tiempo que no voy; volvemos a Barcelona, Valencia… Espero que sea la gira que no pudimos hacer en el disco anterior. Abrimos la gira en el WiZink, pero se cerró en marzo de 2020 por la pandemia.
Entonces esta es ya la continuación con un disco nuevo. Así que presentamos dos discos, no solo uno.
Pero bueno, la gente tiene toda la información en la web de Maldita Nerea.
Para cerrar, ¿qué consejo podrías dar a alguien que esté empezando en la música?
Yo tengo un taller que acompaña a jóvenes talentos en la música. Yo siempre les digo lo mismo: “Esto no va de redes sociales, que tienen una función completa; esto va de hacer canciones, que es lo que nos distingue a los músicos. Que si compones, compón muy bien; y si no, encuentra buenos compositores a los que apegarte y cuídalos”.
Y después de las canciones, lo fundamental es tener un buen abogado. La industria…, cuidado. Yo soy defensor de la industria pero…, no quiero hablar. Un buen abogado y buena gente, que los hay en el mundo musical.
Conclusiones sobre la entrevista
Ha sido una maravilla entrevistar a Jorge Ruiz. Y es que, con actos como este, ha demostrado su compromiso con la educación, ya que no cualquiera concede una entrevista a principiantes universitarios.
Nos ha aportado una visión muy interesante de la industria musical, llena de ruido. Para esta nueva entrega, Jorge ha buscado el silencio, superándose a sí mismo con canciones innovadoras y sinceras como Madre.
Manual para seres maravillosos no decepciona, es una obra de arte, y está creada al detalle. Es diversa, fresca, única y coherente con el concepto de Maldita Nerea, que sin duda ha satisfecho a todas las “tortugas” (fans del grupo). Desde Vavel, esperamos que Jorge Ruiz siga creando, y deseamos que siga creciendo como artista y como persona.