El etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, ha muerto esta madrugada a los 60 años debido a un cáncer terminal.
Condenado por el asesinato de tres guardias civiles y por los secuestros de Antonio Ortega Lara y de Julio Iglesias Zamora, Bolinaga se encontraba fuera de prisión desde septiembre de 2012 por el carácter terminal de su enfermedad.
Poco antes el Gobierno le había concedido, por el mismo motivo, el tercer grado penitenciario, es decir, la libertad provisional, una medida que enfrentó al Ejecutivo con las asociaciones de víctimas. A lo largo de si vida el etarra acumuló múltiples condenas de prisión por actos de terrorismo y pertenencia a banda armada.
Secuestro de Ortega Lara
Uno de los casos que más conmocionó a la sociedad y por el cual es conocido el terrorista, fue el secuestro del funcionario de prisiones José Ortega Lara.
Ortega Lara, que actualmente pertenece al partido político Vox, fue secuestrado el 17 de enero de 1996 en Burgos y permaneció en cautiverio 532 días, siendo liberado el 1 de julio de 1997. Las condiciones en las que permaneció encerrado fueron inhumanas, pasando un total de 17 meses en un zulo de tres metros.
Debido a este secuestro, reivindicado por la banda terrorista ETA, Bolinaga y otros tres etarras fueron condenados a 32 años de cárcel por la Audiencia Nacional en 1998.
178 años por el asesinato de tres guardias civiles
El 30 de junio de 1999 Bolinaga fue condenado de nuevo, junto a otros tres etarras, por la Audiencia Nacional a 145 años de prisión a cada uno por el atentado que acabó con la vida de dos guardias civiles (Pedro Galnares Barrera y Antonio Ángel López) y causó múltiples heridos en 1987.
Además a esta pena se le añadieron otros 33 años de cárcel por el asesinato del guardia civil Mario Leal Baquero el 6 de diciembre de 1983, en el que participaron otros dos terroristas. En noviembre del año 2000, Bolinaga fue condenado a otros 36 años de prisión, por pertenencia a banda armada, así como por construir el zulo donde estuvieron secuestrados José Ortega Lara y Julio Iglesias Zamora, este último retenido durante 116 días.
Enfermedad, huelga de hambre y libertad
En 2005, a Bolinaga se le diagnosticó un cáncer de riñón con metástasis, por el que se sometió a una operación. Debido a esta enfermedad de carácter terminal, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias decidió trasladarle en agosto 2012 desde un centro sanitario de referencia de la cárcel de León donde se encontraba ingresado, al Hospital Donostia de San Sebastián.
El día 8 de ese mismo mes, el etarra comenzó una huelga de hambre solicitando su puesta en libertad. Esta huelga se prolongó durante 15 días, en los que se le sometió a pruebas para determinar su estado terminal. Más de cien presos etarras secundaron a Bolinaga en su huelga.
El 17 de agosto Instituciones Penitenciarias le concedió el tercer grado y el 30 de ese mismo mes, el juez José Luis Castro le otorgó la libertad condicional, generando una gran controversia en la sociedad española.
Últimos días de vida
Hace tan sólo unos días, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitaba 29 años de prisión para Bolinaga acusándole de asesinar el 8 de junio del 86 al guardia civil a Antonio Ramos Ramírez en la localidad guipuzcoana de Mondragón, de la cual era natural el terrorista, junto a otros dos etarras. El fiscal le acusó de ser “el autor material” del asesinato, encargado de efectuar los disparos que pusieron fin a la vida del agente.
