Somos más que nuestra apariencia. Y tú también. Esta poderosa declaración de principios corona la página de Facebook de ‘El Club de las Chicas Feas’ (#UglyGirlsClub). Con letras amarillas para que quede bien claro cuales son sus intenciones, la asociación de feministas de la Royal Holloway University en Londres, liderada por Natasha Barret, decidió tomar las críticas a las que eran sometidas por sus compañeros y transformarlas en algo provechoso.
No es precisamente poco habitual que grupos feministas, como el de Natasha, sean duramente criticados, tanto en sus reuniones o eventos, como a través de las redes sociales. Y cuando, durante una charla en la asociación de estudiantes sobre el consentimiento sexual escucharon como un grupo de chicos las llamaban ‘El club de las feas’, decidieron que, si no podían vencer al enemigo, lo mejor sería unirse a él.
De esta manera empezaron su particular ‘revolución’. Y lo que en un principio empezó como una broma privada entre todas ellas, mandándose fotos con sus peores caras, poco a poco fue llamando la atención de otras asociaciones. En poco tiempo estas ‘feas’ han conseguido revolucionar la red, haciendo que miles de personas suban a Facebook y a Twitter selfies con su peor cara.
Sin embargo, su objetivo va mucho más allá del mero revanchismo. Lo que realmente pretende este grupo de mujeres no es otra cosa que ‘poner a prueba los estándares convencionales de belleza y sus juicios superficiales’ tal y como dejan claro en su página de Facebook. Desde la Asociación Feminista de la Universidad de Exeter, Kate Noble asegura que “los insultos basados en la apariencia son una manera ridícula de tratar de silenciar a la gente, especialmente respecto a asuntos tan importantes como la igualdad de género”. En una sociedad en la que la imagen es absolutamente todo, ¿Qué puede haber peor que verse atacada por el flanco de la apariencia?
“Los insultos basados en la apariencia son una manera ridícula de tratar de silenciar a la gente, especialmen-te respecto a asuntos tan importantes como la igualdad de género”
La iniciativa ha recibido críticas por considerar que se centra en un objetivo menor como es la apariencia y olvida otros mucho más importantes. La propia Natasha ha reconocido, en una entrevista concedida a S Moda, que ellas son las primeras en ser conscientes de que “existen más problemas”. Sin embargo, los modos en los que las mujeres se ven sometidas al dominio de una sociedad paternalista son diferentes en cada cultura, por lo que no se trata solamente de combatir contra un único elemento. En la misma entrevista, Natasha Barret afirmaba que, en nuestra cultura occidental, “el sexismo campa a sus anchas. Las diferencias salariales entre hombres y mujeres son escandalosas, así como la falta de representación femenina en determinadas industrias. Por no hablar del acoso sexual...”
Pese a lo que puede parecer, la campaña no está dirigida únicamente a mujeres, sino también a hombres. Y no son precisamente pocos los integrantes de ‘el sexo fuerte’ que se han solidarizado con ‘las feas’. El equipo de rugby masculino de la Royal Holloway University ha estado trabajado con la asociación de estudiantes en proyectos para tratar de acabar con la idea de “el chico” y de “la chica”.
“Mi visión del femi-nismo no tiene por qué ser igual a la tuya, o la de Beyoncé, o la de Emma Watson, o cualquier otra figura ya sea política o de otro tipo. Se trata de averiguar con qué te sientes cómoda”
- Natasha Barret
Natasha espera que el proyecto no solamente sirva para concienciar a la sociedad del excesivo culto que profesamos a la imagen hoy en día, sino que también permita acercar el feminismo a todas aquellas personas que no están tan familiarizadas con estas ideas. Sobre todo, lo que se trata es de alejar las ideas preconcebidas acerca de ‘cómo es una feminista’, y mostrar que todas y cada una de las mujeres que abrazan el feminismo lo hacen desde su propia perspectiva. “Mi visión del feminismo no tiene por qué ser igual a la tuya, o la de Beyoncé, o la de Emma Watson, o cualquier otra figura ya sea política o de otro tipo. Se trata de averiguar con qué te sientes cómoda”. Porque, en efecto, somos más que nuestra apariencia.
